Intel, la gigante de la tecnología, parece estar enfrentando serias dificultades en su incursión en el negocio de fabricación de chips bajo contrato. Según su último informe trimestral (Form 10-Q), la empresa ha registrado una caída drástica en los ingresos. Todos ellos provenientes de la prestación de servicios de manufactura de chips a terceros. Estos ingresos apenas representan un 1.5% de sus ventas totales, poniendo en duda la viabilidad de su estrategia para competir con gigantes como TSMC y Samsung.

En un momento donde la fabricación de chips por contrato es una industria en auge, Intel parece estar rezagada. Aunque la empresa reportó $4.4 mil millones asociados a las actividades de Intel Foundry. Esto incluye pérdidas operativas de $5.8 mil millones, parte de las cuales se atribuyen a la depreciación de equipos obsoletos. En comparación con los $312 millones obtenidos por estos servicios el año pasado, los $67 millones registrados este trimestre dejan a muchos analistas cuestionando la competitividad de Intel en este sector.

Intel lucha por ganar terreno en la fabricación de chips bajo contrato y el mercado le da la espalda

¿Estrategia o crisis?

Intel afirma que su división de empaquetado de chips ha alcanzado el punto de equilibrio este trimestre. Aunque podemos ver como los ingresos provenientes de clientes externos siguen siendo mínimos. La mayoría de las ganancias de Intel Foundry aún dependen de los pedidos internos de la propia empresa. Esto deja claro que Intel no ha logrado atraer clientes de peso a sus servicios de manufactura.

Sin embargo, el CEO de Intel, Patrick Gelsinger, asegura que la compañía está trabajando en expandir su cartera de clientes. Asegura que los frutos de estos esfuerzos se verán reflejados en 2026. Además, Gelsinger mencionó acuerdos multimillonarios con Amazon (AWS). Además, el interés de empresas de defensa como Northrop Grumman y Boeing en los nuevos procesos de Intel. Aun así, esta promesa de futuro puede no ser suficiente para los inversores, que esperan resultados inmediatos.

¿Está Intel en riesgo de quedar atrás?

La lucha de Intel para consolidarse en el negocio de la fabricación de chips bajo contrato plantea una pregunta crucial: ¿puede Intel realmente competir con los líderes del mercado?. Empresas como TSMC y Samsung llevan años de ventaja en esta área y ya dominan el sector. La situación de Intel recuerda al gigante de los procesadores que, en esta industria, la innovación y la capacidad de producción deben ir de la mano.

Los analistas opinan que la dependencia de Intel en sus propios pedidos internos puede ser una señal de que no logra convencer a los grandes actores tecnológicos. Aunque los acuerdos con Amazon y otras empresas son un paso en la dirección correcta, ¿será suficiente para revertir las pérdidas actuales?