NVIDIA GeForce 256, lanzada hace 25 años, marcó un antes y un después en la historia de los videojuegos. Esta tarjeta gráfica no fue solo un lanzamiento más, sino la primera GPU del mundo. Sentó las bases para la evolución de los videojuegos y abrió la puerta al desarrollo de la inteligencia artificial. En este aniversario, repasamos cómo esta innovación cambió las reglas del juego y su impacto en la industria.

Un salto en la experiencia de juego

Cuando la GeForce 256 salió al mercado, los jugadores de PC quedaron asombrados. Con transformación e iluminación por hardware (T&L), la carga de procesamiento se trasladó de la CPU a la GPU, permitiendo gráficos más detallados. Esto era algo nunca visto. Juegos como Quake III Arena y Unreal Tournament mostraban gráficos mejorados y realismo sin precedentes. La experiencia de juego, para muchos, era similar a redescubrir un título conocido, pero con una calidad visual completamente renovada.

Esta GPU no solo mejoró la calidad gráfica, sino que impulsó el desarrollo de títulos más ambiciosos. En comparación con productos anteriores de la misma marca, la GeForce 256 representaba un salto notable. La competencia, como las tarjetas de 3dfx, quedó rezagada, enfrentándose a un nuevo estándar de rendimiento.

ordenador actual conmemorativo geforce 256

De los videojuegos a la inteligencia artificial

La potencia de la GeForce 256 no se limitó a los videojuegos. Su arquitectura de cálculo paralelo captó la atención de investigadores en inteligencia artificial. Lo que inició como un avance para juegos, pronto se convirtió en un pilar para el desarrollo de la IA. Las GPU de NVIDIA demostraron ser capaces de gestionar las exigentes demandas de procesamiento del aprendizaje profundo. Esto las convirtió en la herramienta ideal para proyectos de investigación y desarrollo en IA.

Con el tiempo, se lanzaron modelos como la GeForce RTX, que incluía núcleos diseñados específicamente para trazado de rayos y cargas de trabajo de IA. Estas innovaciones llevaron a un nuevo nivel de realismo en los gráficos de los juegos y permitieron funciones avanzadas como NVIDIA DLSS. Este sistema usa inteligencia artificial para mejorar el rendimiento y la calidad visual, algo que ha revolucionado la forma en que se disfruta de los videojuegos.

La GeForce 256, un antes y un después

La GeForce 256 de NVIDIA no solo fue una mejora en la calidad gráfica de los videojuegos. Representó un cambio de paradigma. Sin ella, es difícil imaginar el auge de los esports y la popularidad de plataformas de streaming como Twitch. Además, su papel en el desarrollo de la inteligencia artificial la convierte en una pieza clave de la tecnología moderna. En comparación con las GPU actuales, la GeForce 256 puede parecer básica, pero su impacto sigue resonando. Hoy, cada nueva generación de GPU de NVIDIA continúa la senda que esta legendaria tarjeta inició hace 25 años.

La GeForce 256 cambió las reglas del juego y su legado sigue presente, no solo en los gráficos de nuestros juegos, sino en cada avance que la inteligencia artificial nos ofrece.