Los SSD PCIe 5.0 prometen rendimientos increíbles, pero ¿son realmente necesarios para mejorar la experiencia de juego? En este artículo analizamos por qué, por ahora, estos dispositivos no resultan la mejor inversión para gamers. Acompáñanos a evaluar los aspectos que deberías tener en cuenta antes de optar por un SSD de última generación.
¿Por qué un SSD PCIe 5.0 no es recomendable para gaming?
Precio y rendimiento en gaming
Los SSD PCIe 5.0 son significativamente más caros que sus predecesores PCIe 4.0. En promedio, un SSD PCIe 5.0 de 1 TB cuesta más de 150 euros. Mientras que un SSD PCIe 4.0 de igual capacidad puede encontrarse por menos de 100 euros. PCIe 5.0 ofrezca velocidades de lectura y escritura superiores para la mayoría de los videojuegos actuales. La diferencia se traduce en tan solo unos pocos segundos menos en los tiempos de carga, una mejora marginal considerando el alto coste adicional.

Además, muchas consolas portátiles y plataformas de gaming no utilizan esta tecnología tan avanzada. Optan en su lugar por SSD PCIe 3.0 o 4.0, lo cual deja en evidencia que no se necesita el último y más veloz SSD para disfrutar de una buena experiencia de juego. Para la mayoría de los gamers, mejorar la CPU, GPU o periféricos como ratones y teclados proporcionará una experiencia de juego más satisfactoria que el simple uso de un SSD PCIe 5.0.
Refrigeración y compatibilidad
Otra desventaja de los SSD PCIe 5.0 es el calor que generan. Debido a las altas velocidades de transferencia, es necesario un buen sistema de refrigeración para mantener la estabilidad del equipo. Muchos SSD PCIe 5.0 necesitan disipadores adicionales que, aunque no son especialmente costosos. Estos representan un gasto y un nivel de complejidad extra que los SSD PCIe 4.0 no requieren.
La refrigeración es un punto fundamental cuando hablamos de SSD PCIe 5.0. A velocidades superiores a 10,000 MB/s, el calor generado es considerablemente mayor. Esto puede afectar el rendimiento del sistema si no se tiene un disipador adecuado. Incluso si se instala un disipador pasivo, es crucial que el flujo de aire dentro de la carcasa sea el adecuado para disipar este calor de manera efectiva. En algunos foros, se ha reportado que ciertos SSD PCIe 5.0 alcanzan temperaturas alarmantemente altas durante cargas intensas. Con lo que al final obliga a los usuarios a recurrir a soluciones activas de refrigeración con ventiladores.
Compatibilidad y necesidad de actualización de hardware

Adicionalmente, se necesita una placa base compatible con PCIe 5.0 en los slots M.2. Esto significa que, si tu placa base no es lo suficientemente moderna, podrías tener que invertir en una nueva. Las placas base con compatibilidad para PCIe 5.0 suelen ser costosas, lo cual incrementa aún más el coste total de actualizar a este tipo de SSD. Por ejemplo, para aprovechar el rendimiento de un SSD PCIe 5.0, necesitarías una placa base con soporte para PCIe 5.0. Estas son de una gama superior como las basadas en los chipsets Intel Z790 o AMD X670, que no son precisamente económicas. Esto hace que la actualización no sea solo una cuestión de cambiar el SSD, sino también de actualizar múltiples componentes.
Experiencia de uso en gaming
Las mejoras en los tiempos de carga con los SSD PCIe 5.0, aunque existentes, no son tan notorias en el contexto de los videojuegos. La diferencia entre un SSD PCIe 4.0 y uno PCIe 5.0 puede ser de apenas 2 a 5 segundos en juegos que tienen pantallas de carga pesadas. Aunque esta diferencia puede parecer atractiva en papel, en la práctica no siempre justifica el precio adicional. La mayoría de los juegos modernos ya están optimizados para cargar rápidamente en SSD PCIe 3.0 y 4.0. Por lo que la mejora marginal en tiempos de carga no impacta directamente en la experiencia de juego como podría hacerlo una mejor tarjeta gráfica o una CPU más potente.
Por otro lado, muchos usuarios subestiman el hecho de que, para notar una diferencia sustancial con un SSD PCIe 5.0, también se necesita que el resto del hardware esté a la altura. Un cuello de botella en la CPU o la falta de suficiente memoria RAM puede limitar la capacidad de aprovechar las velocidades del PCIe 5.0. Esto hace que la inversión no tenga un impacto real en el rendimiento general del sistema.
Entonces, ¿qué SSD comprar para gaming?
Para la mayoría de los gamers, la mejor opción sigue siendo un SSD PCIe 4.0 de una marca reconocida como Samsung, Western Digital, Kingston, Crucial o Corsair. Por alrededor de 90 euros, puedes conseguir un SSD con una excelente relación calidad-precio. Este mejorará notablemente los tiempos de carga y la experiencia de juego sin la necesidad de gastar una fortuna.

Un SSD PCIe 4.0 es más que suficiente para garantizar tiempos de carga rápidos y un rendimiento óptimo en los juegos actuales. Marcas como Samsung, Crucial y Kingston ofrecen modelos con grandes prestaciones y precios accesibles. Además, al elegir un SSD PCIe 4.0 no necesitas preocuparte por la compatibilidad de la placa base. Ni tampoco por invertir en soluciones de refrigeración adicionales, lo que reduce considerablemente el coste total.
Mejores opciones y estrategias para el almacenamiento en gaming
Incluso podría ser conveniente adquirir dos SSD de 1 TB cada uno, para tener espacio suficiente y una copia de seguridad en caso de fallo. Es bien sabido que los SSD no suelen dar avisos antes de fallar, a diferencia de los HDD tradicionales que suelen emitir ruidos antes de averiarse. Herramientas como CrystalDiskInfo pueden ser útiles para monitorear el estado de tus discos y garantizar la seguridad de tus datos.
Otra buena estrategia es combinar un SSD para el sistema operativo y los juegos principales con un HDD de gran capacidad para almacenamiento masivo de archivos, capturas de pantalla o juegos menos utilizados. Esta configuración es común entre los gamers, ya que proporciona un equilibrio entre velocidad y capacidad de almacenamiento sin elevar demasiado el coste.
¿Entonces lo compro o no?
En conclusión, los SSD PCIe 5.0 no son la mejor inversión para los gamers, ya que el incremento de rendimiento que ofrecen no justifica el elevado precio. Aunque prometen velocidades de lectura y escritura significativamente más rápidas, estas ventajas no se traducen en una mejora considerable en la experiencia de juego en comparación con los SSD PCIe 4.0, que ya ofrecen tiempos de carga rápidos y un excelente rendimiento.
Para la mayoría de los gamers, un SSD PCIe 4.0 sigue siendo una opción potente y eficiente, que optimiza la experiencia sin vaciar el bolsillo. Los SSD PCIe 5.0 pueden ser interesantes para usuarios que trabajen con grandes volúmenes de datos y necesiten velocidades máximas de lectura y escritura, como editores de video o desarrolladores que manejen bases de datos voluminosas, pero para el gaming, la diferencia no es lo suficientemente relevante.
Con el dinero que se ahorraría al optar por un SSD PCIe 4.0 en lugar de un PCIe 5.0, podrías invertir en mejoras más significativas para tu experiencia de juego, como una mejor GPU, CPU o incluso en periféricos de alta gama. Recuerda que, en el mundo del gaming, la experiencia general del usuario depende de un equilibrio entre todos los componentes del sistema, y no solo de la velocidad del almacenamiento.
Esperamos que esta información te haya sido de ayuda. Si tienes alguna duda, no dudes en dejar un comentario. ¡Estamos aquí para ayudarte!