No es una actualización. Tampoco una función anunciada a bombo y platillo. Es uno de esos ajustes que viven en la trastienda de Windows y que solo salen a la luz cuando alguien decide mirar donde no debería. Un pequeño cambio en el registro permite a Windows 11 usar un nuevo controlador SSD de Microsoft… y los resultados no son menores. Más velocidad. Menor latencia. Y un aviso claro: aquí no hay red de seguridad. Esto es rendimiento gratis, sí. Pero con letra pequeña.

Un driver para SSD nacido para servidores… que Windows 11 también puede usar
El origen de este truco está en Windows Server 2025. Microsoft introdujo recientemente un driver NVMe nativo pensado para entornos profesionales, con un objetivo claro: mejorar IOPS, reducir latencia y optimizar el uso de CPU.
La clave está en cómo funciona internamente. Hasta ahora, el controlador estándar de Windows traducía las órdenes NVMe a comandos SCSI, una capa intermedia que añade sobrecoste. El nuevo driver elimina ese rodeo y habla NVMe “de tú a tú”.
Lo interesante es que ese mismo controlador para SSD ya está presente en Windows 11, aunque desactivado por defecto. Desarrolladores curiosos han descubierto que basta activar tres claves del registro para forzar su uso tras reiniciar el sistema.
Eso sí: Microsoft no lo aprueba oficialmente. No hay botón, no hay aviso, no hay marcha atrás automática.
Qué cambia tras activar el nuevo controlador NVMe
Una vez aplicado el ajuste y reiniciado el sistema, hay pistas claras de que algo ha cambiado:
- Los SSD dejan de aparecer como “Unidades de disco” y pasan a “Dispositivos de almacenamiento”.
- El controlador activo ya no es el genérico de Windows, sino nvmedisk.sys.
- Las herramientas de diagnóstico lo confirman… y los benchmarks también.
En pruebas reales, los resultados son llamativos. Con SSD PCIe 4.0 se han registrado mejoras de hasta un 45% en lectura secuencial y alrededor de un 15–30% en escritura, dependiendo de la unidad. Incluso los SSD PCIe 3.0 salen beneficiados.
Por si fuera poco, las pruebas 4K con múltiples hilos también mejoran, algo especialmente interesante para cargas pesadas, máquinas virtuales o flujos de trabajo profesionales.
Riesgos reales: no todo es velocidad
Aquí viene la parte incómoda. Modificar el registro puede provocar pérdida de datos o incluso impedir que Windows arranque. No es una exageración. Además, algunos usuarios han reportado comportamientos extraños con utilidades como Samsung Magician o Western Digital Dashboard, y cambios inesperados en particiones.
En otras palabras:
- Haz copia de seguridad antes.
- No todos los SSD NVMe son compatibles.
- No está pensado para todos los perfiles de usuario.
¿Se nota en el día a día? Sí, pero no es magia. Arranques algo más rápidos, transferencias más ágiles, aplicaciones pesadas que cargan antes. ¿Merece la pena el riesgo? Depende de cuánto valores, esos segundos… y cuánto confíes en tu sistema.
Es curioso cómo, en 2025, el mayor salto de rendimiento en Windows no llega con una actualización oficial, sino con una puerta trasera heredada de los servidores.
Windows sigue siendo ese sistema donde, si sabes dónde tocar, todavía puedes sacarle FPS… aunque sea al SSD.
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FAQ – Aceleración SSD NVMe en Windows 11
Es un controlador nativo introducido en Windows Server 2025 que elimina la conversión a SCSI y reduce latencia.
No está garantizado. Algunos modelos pueden dar problemas o no mostrar mejoras.
Tiene riesgos reales. Es imprescindible hacer copias de seguridad antes.
Sí, especialmente en transferencias grandes y cargas pesadas, aunque no transforma el sistema.
No hay confirmación. Por ahora es una función no documentada.







