Hay productos que no buscas. Simplemente, llegan, se sientan delante, y te obligan a frenar la mente un segundo. El PXN V10 Ultra negro fue uno de esos. No venía con expectativas, no venía con promesas, y precisamente por eso tenía una ventaja enorme: podía sorprender sin avisar. Y sí, hubo un giro de guion. Hubo un momento concreto en el que entendí que este análisis iba a ser diferente del resto. Aquí empieza esa historia. La parte donde dejas a un lado la etiqueta del precio, y miras el hardware por lo que transmite, no por lo que cuesta.
| Especificación | PXN V10 Ultra |
|---|---|
| Diseño y construcción | |
| Tipo | Direct Drive · 3.2 Nm |
| Material base | Plástico con placa metálica inferior |
| Diámetro volante | 270 mm · estilo D-Shape · cuero PU |
| Botones | 17 programables |
| Cambio | Paddle shifters metálicos + doble clutch |
| Plataformas y ecosistema | |
| Compatibilidad | PC · Xbox One · Series X|S · PS4 |
| PS5 | No compatible |
| App / software | PXN Sim Racing (PC) · PXN Nexus (iOS/Android) |
| Ecosistema | Limitado sin otros volantes disponibles actualmente |
| Pedales | |
| Tipo | 2 pedales metálicos · Hall Effect |
| Brake mod | Módulo resorte + elastómero incluido |
| Precio | |
| PVP orientativo | ≈ 289 eur |
Embalaje y accesorios

El packaging sorprende porque no intenta engañar. Todo llega ordenado, claro, sin “teatro”. Y dentro viene mucho más de lo esperado. No solo el volante y la base. Llegan los dos pedales metálicos, las mordazas para mesa, el power adapter, cables USB-C y USB-A, tornillería variada, llave Allen, y ese módulo de resorte y elastómero para endurecer el freno. Ese detalle es clave, porque cambia sensaciones desde el minuto uno.
Es un bundle que se siente completo. No tienes que salir a comprar nada extra para empezar. Todo lo fundamental está. Y eso, en esta gama, pesa mucho.
Diseño y construcción
La base del PXN V10 Ultra llega en negro, con carcasa plástica y placa metálica inferior que le da solidez. El volante es compacto, 270 mm, D-shape, cubierto en cuero PU, con paddle shifters de aluminio. Aquí ya asoma su personalidad: se ve barato, pero no suena barato. Se siente más “serio” de lo que uno espera en este rango.
El motor Direct Drive de 3,2 Nm es el corazón. Nada de engranajes, nada de correas. Se percibe suave y limpio. El codificador de 15 bits ayuda, y se nota en la micro información. Además, el giro es infinito, y puedes ajustar el ángulo desde software móvil o PC. Ese detalle no suele verse por este precio.

El quick-release es plástico. Funciona, pero puede flexar si lo fuerzas. Los botones cumplen, sin tacto premium, y las palancas tienen un click marcado algo hueco. Aun así, el conjunto se siente estable. Las mordazas incluidas sorprenden: agarran fuerte y permiten montarlo sin cockpit. También puedes ajustar la inclinación de la base aflojando tornillos laterales. Es simple. Y funciona.
Conexiones

Detrás de la base está todo lo que importa para darle vida. El USB-C principal es la conexión al mundo: allí decides si lo usas en PC, Xbox One / Series X|S o PS4. El puerto para pedales concentra el setup y evita cables colgando, y el puerto para shifter deja abierta la puerta a ampliar el conjunto más adelante. El USB-A sirve para enchufar el mando oficial cuando juegas en consola, porque aquí no hay licencias mágicas: la base necesita autenticar. El DC IN alimenta la fuerza. Y un conector E-Stop queda esperando a quien quiera añadir un botón de parada más profesional.
Volante
El volante del PXN V10 Ultra es pequeño, 270 mm, y eso define su carácter desde el primer contacto. Es un diámetro “compacto” que no intenta imitar GT real. Es más cercano a kart o turismo ligero. Te obliga a mover menos brazo y más muñeca. Eso lo hace ágil, inmediato, eléctrico.
El aro está forrado en cuero PU. No pretende ser premium, pero no se siente plástico barato. El acabado en negro con costuras rojas le da un toque deportivo, aunque discreto. No es un diseño que busque brillo, es más funcional que decorativo. Y eso en este rango tiene mucho sentido.
Los botones son muchos: 17 en total. La ubicación no es mala, pero no tienen “tacto boutique”. Cumplen, responden, y ya. Las levas son dos parejas: 2 metálicas principales para cambio, y 2 inferiores como embrague analógico. Este doble clutch sorprende especialmente en este precio, porque no es algo habitual en un kit “entry”. Aquí PXN se permite un gesto ambicioso.
Pedalera
La pedalera llega “seria” desde el primer momento porque es metálica, y eso cambia la percepción instantánea de este bundle del PXN V10 Ultra. No hay flex plástico barato. Es compacta, sencilla, pero transmite más “producto real” que la típica pedalera básica del rango. La ergonomía es directa: no hay mil ajustes, pero se siente estable y bien plantada cuando está bien montada. Aquí se nota la intención de PXN: no romper el presupuesto… pero no dar basura.
Ambos pedales usan sensores Hall Effect. Nada de potenciómetros. Eso significa menos desgaste, menos suciedad interna, y sensación más limpia cuando presionas. No existe célula de carga, y esto es importante dejarlo claro: no es presión real, sigue siendo recorrido. Pero…
…PXN incluye un módulo resorte + elastómero para el freno. Este “kit” transforma el pedal. Le da resistencia real y una sensación más parecida a frenar de verdad. No convierte el freno en load cell, pero se acerca a ese feeling de pisar un freno que se endurece, que no se hunde como mantequilla. Para muchos, este detalle ya cambia la conversación entera sobre este bundle.
Experiencia de uso
La experiencia cambia cuando empiezas a rodar. La dirección se siente limpia, sin dientes ni correas interfiriendo. Hay menos ruido mecánico y más sensación directa. No necesitas interpretar vibraciones falsas. Aquí lo que notas es carretera, balance del coche y pequeños microgolpes que antes no existían cuando venías de G29 o T300.
La fuerza no es brutal, pero es constante y coherente. No te pega latigazos sin sentido. Sientes lo que pasa, pero no te destroza los brazos. Ese punto medio es lo que lo hace tan fácil de usar. Puedes estar tiempo encima sin cansarte a la media hora.
Lo más curioso es lo rápido que te adaptas. La memoria muscular cambia. Frenas antes, sales más fino, corriges menos. El volante pequeño ayuda en cambios rápidos de dirección. Y la sensación general es muy clara: esto se siente “direct drive de verdad” dentro de su liga. No parece un juguete. Parece una herramienta que te deja fluir sin fricción.
Software
El software es el puente que convierte este hardware en algo ajustable de verdad. En PC tienes PXN Sim Racing, y en móvil la app PXN Nexus. Las dos sirven para modificar fuerza, rotación y comportamiento general del volante sin tener que entrar en menús del juego. Y eso simplifica la vida si saltas de rally a circuito o de F1 a camión en un mismo día.
La interfaz es sencilla, casi minimalista. No es compleja ni intimidante. Puedes tocar presets, guardar perfiles y actualizar firmware de la base y de los accesorios. No hay mil parámetros “ninja”, pero sí lo esencial para darle tu toque personal a la dirección.
La parte floja es que no llega al nivel de ajuste fino de Fanatec o Moza. Aquí no hay ecosistema enorme ni sliders infinitos. Es más básico, más directo. Pero cumple. Y sobretodo, deja claro que este producto está pensado para correr, no para perder horas calibrando.
Conclusiones PXN V10 Ultra
El PXN V10 Ultra rompe la idea de “entry level” clásico. Es un kit que no viene a aparentar, viene a cambiar el punto de referencia. No es premium. No tiene materiales de gama alta. Pero su sensación de dirección, su limpieza al girar y su feedback directo hacen que, en uso real, te olvides muy rápido de dónde está colocado en el mercado.
El tamaño del aro, el tacto de las levas y la construcción general cumplen con dignidad para el precio. La pedalera no es una revolución técnica, pero el resorte + elastómero en el freno cambia por completo cómo frenas. Y la base, con 3,2 Nm, entrega una suavidad que no habías tenido si vienes de engranajes. Todo fluye mejor, sin ruido mecánico artificial que contamine sensaciones.
La realidad es esta: por alrededor de 299 euros, el V10 Ultra no debería tener tanto sentido… pero lo tiene. Mucho. Es el primer Direct Drive barato que no se siente “cacharro”. Es un producto que, sin ser perfecto, abre una puerta muy peligrosa para el resto del mercado: desde aquí, ya no vale volver atrás.
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El PXN V10 Ultra redefine lo que esperamos de un Direct Drive barato. No es un producto premium, pero su dirección es limpia, directa y sorprendentemente adulta para su rango. El volante es compacto, la pedalera metálica cumple, y el freno con resorte y elastómero marca diferencia real desde el primer tramo. No todo es perfecto: la fuerza máxima no impresiona, el quick-release flexa, el ecosistema es pequeño y no hay compatibilidad PS5. Pero por este precio, este kit es peligroso para el mercado. Porque por primera vez, el “entry level” ya no se siente truco.
Pros
- Direct Drive muy barato
- FFB limpio y estable
- Pedalera metálica sorprendente
- Doble clutch analógico incluido
- Montaje sencillo sin cockpit
Cons
- Quick-release con algo de flex
- Sin compatibilidad PS5
- Fuerza no impresiona
- Calidad de construcción
- Sensación de dirección
- Detalle del FFB
- Pedalera
- Ecosistema
- Precio












