El nuevo Samsung Galaxy S25 Edge prometía revolucionar el diseño ultrafino, pero sus ventas iniciales están muy por debajo de lo esperado. La firma surcoreana ha reducido su producción ante la escasa demanda, cuestionando el futuro de esta línea.
Diseño atractivo, pero con sacrificios
El Galaxy S25 Edge destaca por un cuerpo extremadamente delgado de 5,8 mm y una pantalla QHD+ de 6,7 pulgadas, logrando un peso muy ligero que lo hace cómodo en mano. Sin embargo, esta apuesta estética ha supuesto sacrificios técnicos importantes:
- Sin cámara teleobjetivo
- Batería limitada
- Carga rápida ausente
A pesar de contar con buena calidad de construcción y un software pulido, estos recortes han impactado negativamente en su valoración. Según medios especializados, incluso su rendimiento térmico es inferior al modelo estándar Galaxy S25.
Precio elevado y baja demanda
El Galaxy S25 Edge se lanzó con un precio base de 1.100 dólares, lo que ha sido percibido como excesivo para las prestaciones que ofrece. Samsung ya ha reducido la producción del modelo, y medios como The Elec apuntan a que podría mantenerse el Galaxy S26 Plus el próximo año si las cifras no mejoran.
Las ventas suelen mantenerse estables los tres primeros meses tras un lanzamiento, pero este modelo ha sufrido un descenso inmediato. Según análisis del mercado, Samsung sigue teniendo éxito con la gama A y los modelos Ultra, mientras que propuestas intermedias como esta pierden tracción.
El Galaxy S25 Edge está disponible en tiendas seleccionadas en varios países, en colores plata y azul oscuro. Sin embargo, su permanencia como línea independiente dentro del catálogo de Samsung podría estar en peligro si las ventas no se recuperan.
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