Sobre el papel, el Galaxy Z TriFold es uno de los móviles más caros jamás lanzados por Samsung. Su precio supera con holgura al de cualquier Galaxy S o Fold tradicional. Sin embargo, esa cifra no cuenta toda la historia. Detrás del diseño triple plegable se esconde una realidad incómoda: ni siquiera con un precio de 2.400 dólares Samsung tendría garantizado ganar dinero con cada unidad vendida.
Un precio récord que no cubre los costes
El Galaxy Z TriFold se vende en Corea por unos 2.440 dólares, una cifra que lo sitúa en la élite del mercado móvil. Aun así, los cálculos internos apuntan a que el coste de producción supera al precio de venta, lo que implica pérdidas directas por unidad.
No es un escenario habitual en Samsung, una compañía conocida por ajustar el hardware para proteger sus márgenes. Pero el TriFold juega en otra liga.
Producción limitada y mercados contados
La clave está en el volumen.
El Galaxy Z TriFold no es un producto pensado para vender millones de unidades, sino un dispositivo de demostración tecnológica.
Se fabrica en cantidades muy reducidas y solo se comercializa en unos pocos mercados seleccionados, lo que impide amortizar costes mediante economías de escala. Cada bisagra adicional, cada panel flexible y cada refuerzo estructural elevan el precio final.
Tres pantallas, tres problemas
El diseño triple plegable dispara los costes en varios frentes:
- tres secciones de pantalla flexible
- dos bisagras complejas
- refuerzos estructurales adicionales
- tolerancias de fabricación mucho más estrictas
Cada uno de estos elementos multiplica las posibilidades de fallo y reduce el rendimiento de fabricación, encareciendo cada unidad que sale de la línea de producción.
Corea subvenciona, otros mercados compensan
Curiosamente, el TriFold se vende en algunos países a precios sensiblemente más altos, llegando a superar los 3.200 dólares. Esto sugiere que Samsung podría estar compensando las pérdidas de unos mercados con otros, manteniendo un precio más “contenido” en Corea.
Aun así, el balance global seguiría siendo ajustado, especialmente en esta primera generación.
Un problema que no se limita al TriFold
Este escenario encaja con una tendencia más amplia dentro de Samsung.
La compañía también está teniendo dificultades para cuadrar los precios de la serie Galaxy S26, debido al encarecimiento de:
- memoria RAM
- pantallas OLED
- módulos de cámara
- procesadores Snapdragon
El TriFold es el ejemplo más extremo, pero no el único.
Más experimento que producto rentable
Visto en conjunto, el Galaxy Z TriFold no busca beneficios inmediatos.
Es un producto de imagen, una forma de mostrar músculo tecnológico, probar formatos futuros y aprender de cara a generaciones posteriores.
Las pérdidas, si existen, se entienden como parte del coste de innovar.
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FAQ
Alrededor de 2.400 dólares en Corea.
Todo apunta a que no, al menos en algunos mercados.
Pantallas flexibles múltiples y bisagras complejas.
No, se vende en cantidades muy limitadas.
Como demostración tecnológica y banco de pruebas.
