Durante años, la evolución de los smartphones ha seguido una regla simple: más potencia, más memoria, más margen para el futuro. Esa inercia podría romperse muy pronto. La industria se enfrenta a una escasez de memoria DRAM tan severa que los fabricantes ya contemplan una decisión impensable hace poco: reducir la RAM de los nuevos móviles, incluso hasta niveles propios de hace cuatro o cinco años.
La RAM se convierte en el cuello de botella
La actual escasez de DRAM está alterando las prioridades de la industria.
Los fabricantes de memoria están redirigiendo su producción hacia DDR5, HBM y soluciones para centros de datos, mucho más rentables que la memoria móvil tradicional.
El resultado es claro: menos disponibilidad de chips LPDDR para smartphones y precios al alza.
Ante este escenario, los fabricantes de móviles empiezan a ajustar especificaciones para mantener los costes bajo control.
Vuelve el fantasma de los 4 GB de RAM
El impacto más visible afectaría a la gama de entrada.
Los informes apuntan a que modelos básicos podrían volver a lanzarse con solo 4 GB de RAM, una cifra que parecía definitivamente enterrada.
En la práctica, esto supone:
- menor multitarea
- más recargas de apps
- peor rendimiento con funciones de IA en el dispositivo
Un retroceso especialmente preocupante en un momento donde el software exige cada vez más memoria.
La gama media también se ajusta
La presión no se limita a los modelos baratos.
Dispositivos que normalmente partirían de 12 GB de RAM podrían quedarse en 8 GB como configuración base, e incluso 6 GB en algunos mercados.
Este ajuste afectaría directamente a la longevidad de los terminales, reduciendo el margen de actualización a medio plazo.
Los 16 GB se ralentizan en la gama alta
Incluso los flagships salen perjudicados.
La transición hacia 16 GB de RAM se está frenando, y los fabricantes dudan entre mantener configuraciones actuales o reservar esos modelos solo para versiones ultra-premium.
En un contexto donde la IA local, el procesamiento de imagen avanzado y los asistentes inteligentes ganan peso, este freno resulta especialmente contradictorio.
El único camino: software más eficiente
La situación fuerza una reflexión incómoda:
si el hardware retrocede, el software tendrá que compensar.
Android se enfrenta al reto de funcionar mejor con menos memoria, algo que Apple ha sabido gestionar históricamente con iOS. Al mismo tiempo, se exploran soluciones como:
- mover modelos de IA al almacenamiento UFS
- optimizar el uso de memoria en segundo plano
- nuevos formatos híbridos entre RAM y flash
Nada de esto es inmediato ni gratuito.
Un problema que no se resolverá pronto
Las previsiones más optimistas sitúan el final de esta escasez no antes de finales de 2027.
Eso significa que los próximos lanzamientos podrían llegar con compromisos claros en memoria, incluso en segmentos donde antes no era necesario.
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FAQ
Los fabricantes priorizan DDR5 y HBM para servidores y centros de datos.
Es una posibilidad real en la gama de entrada.
Sí, la adopción de 16 GB se está ralentizando.
Menor multitarea, peor rendimiento y menos margen de futuro.
No antes de finales de 2027.



