Intel se prepara para apurar la generación Arrow Lake con una revisión que sirve casi como despedida antes del gran salto arquitectónico que llegará con Nova Lake. La compañía no ha fijado una fecha definitiva, pero estas nuevas CPUs se perfilan como la última evolución para la plataforma LGA-1851.

Esta vez, Intel integra directamente las mejoras que antes dependían de elementos externos, buscando que el rendimiento llegue sin rodeos, sin pasos adicionales y con un mensaje para los entusiastas: aún hay margen para exprimir esta arquitectura.

Más que un ajuste, un intento de reivindicación

La primera hornada de Arrow Lake no logró convencer al público más exigente. Incluso Intel reconoció que, en algunos juegos, su rendimiento quedaba por detrás de Raptor Lake. La respuesta fue un conjunto de “special boost features” que exprimían el chip más allá de su configuración oficial, pero dependían del usuario y de la placa base. Aquello ayudó… aunque no solucionó el problema de raíz.

Con Arrow Lake Refresh, esa dosis extra de rendimiento pasa a formar parte del ADN del silicio. El ejemplo más llamativo es el Core Ultra 9 290K Plus, que preserva la configuración 8P+16E, pero sube la Thermal Velocity Boost a 5,8 GHz (desde 5,7 GHz) y eleva el turbo de los E-cores a 4,8 GHz. Todo ello manteniendo los mismos límites energéticos: 125 W de base y 250 W en modo turbo.

Los Ultra 7 y Ultra 5 reciben los cambios más jugosos

En la gama media-alta y media es donde Intel mueve el tablero:

  • Ultra 7 270K Plus adopta una configuración 8P+16E, igualando a modelos superiores y ganando ancho de banda multinúcleo. Su turbo alcanza 5,5 GHz (TBM) y 5,4 GHz en los P-cores.
  • Ultra 5 250K Plus sube a 6P+12E, dejando atrás el 6P+8E del 245K original. El turbo de los P-cores pasa de 5,2 GHz a 5,3 GHz, y los E-cores alcanzan 4,7 GHz.

En paralelo, toda la familia Refresh adopta DDR5-7200 como soporte oficial, alineándose por fin con lo que ya conseguían muchos kits y placas en la práctica.

Más margen, menos complicaciones

Lo mejor es que estas mejoras llegan sin necesidad de habilitar perfiles extraños o ajustes manuales: el nuevo comportamiento de boost pasa a ser estándar. Y eso, de cara a los jugadores, significa dos cosas:

  1. Más rendimiento fuera de la caja, sin tocar la BIOS.
  2. Menos variabilidad entre placas, un punto donde Arrow Lake original pecaba.

Por si fuera poco, el incremento de E-cores en los modelos Ultra 7 y Ultra 5 facilita multitarea, streaming o cargas híbridas sin sacrificar el turbo de los núcleos principales. En cambio, quienes busquen el máximo IPC tendrán que seguir esperando a Nova Lake y su nueva plataforma LGA-1954.

Puedes seguir a HardwarePremium en FacebookTwitter (X)InstagramThreads, BlueSky o Youtube. También puedes consultar nuestro canal de Telegram para estar al día con las últimas noticias de tecnología.

FAQ — Intel Arrow Lake Refresh

¿Qué es Arrow Lake Refresh?

Es una actualización de la primera generación Arrow Lake para escritorio, con mejoras integradas en el propio hardware.

¿Qué modelos cambian más?

Los Ultra 7 270K Plus y Ultra 5 250K Plus, que reciben más E-cores y frecuencias de reloj superiores.

¿El 290K Plus sustituye al 285K?

No está confirmado. Intel suele mantener ambos modelos en el mercado.

¿Requiere nueva placa base?

No, mantiene la plataforma LGA-1851.

¿Qué memoria soporta?

Los nuevos modelos elevan el soporte oficial a DDR5-7200.