La compañía que más celo ha puesto en blindar a sus iconos ahora coquetea con cederles el guion a los espectadores. El plan: integrar en Disney+ herramientas de IA para que cualquiera fabrique piezas cortas con sus personajes. ¿Contradicción o cálculo frío? Quizá sea el prólogo de algo más ambicioso: universos donde el fandom no solo aplaude… también escribe.

Qué propone Disney+ y por qué importa

El anuncio llega desde lo más alto. Bob Iger explicó a los accionistas que Disney+ incorporará funciones de IA generativa para que los suscriptores creen y consuman vídeos cortos dentro del servicio. Lo definió como el cambio “más significativo” desde el lanzamiento de la plataforma en 2019, subrayando a la vez una prioridad: proteger la propiedad intelectual de la casa. La paradoja está servida: abrir el juego sin perder el control. 

No hay fecha ni precio oficial para estas herramientas, pero la dirección del movimiento es clara. Disney mantiene conversaciones con compañías de IA (sin nombres por ahora) y mira a modelos ya en marcha. Uno de ellos es Showrunner, el autodenominado “Netflix de la IA”, capaz de generar episodios animados a partir de descripciones de 10–15 palabras. La plataforma llegó a producir nueve episodios no autorizados de ‘South Park’ que sumaron 80 millones de visualizaciones, demostrando que la producción “fan-asistida” ya tiene público. 

La apuesta también responde a una tendencia generacional: según el informe Digital Media Trends, el 56% de la Generación Z considera más relevantes los contenidos de redes que las series o películas tradicionales. Si además Disney+ ha sumado 3,8 millones de suscriptores el último trimestre, competir en un mercado saturado pasa por diferenciarse: menos pasividad, más participación. 

La experiencia para el usuario… y los riesgos

¿Cómo podría sentirse para el público? Imagina abrir Disney+ y, junto a tu serie favorita, encontrar un botón “Crear”. Escribes una frase, eliges personajes permitidos y la IA devuelve un clip listo para compartir dentro de la app. Por si fuera poco, podrías insertarte en la escena con una foto o un vídeo, con plantillas moderadas y límites claros. Y sí, todo sugiere que, al principio, el sistema será más juguete que estudio: animación, formatos cortos, exportación restringida y licencias muy estrictas. 

En cambio, si funciona, el salto podría ser mayor: relatos más complejos, concursos internos y, quizá, una vía para que algunas piezas fan entren en el canon oficial. Lo mejor es que existe margen para modelos de compensación si las creaciones triunfan, similares a programas de partners que ya vemos en otras plataformas. Es una hipótesis razonable a medio plazo, con un matiz importante: la moderación. 

Porque cuidado: abrir la puerta al usuario implica costes de revisión, filtros para contenido sexual o violento, y un laberinto legal sobre la autoría: ¿obra derivada, colaboración o propiedad total del estudio? A ello se suma la inquietud de guionistas y artistas tras las huelgas de 2023: si el fandom trabaja gratis, ¿qué espacio queda para la profesión? Disney necesitará reglas claras, trazabilidad creativa y sistemas automáticos de seguridad para evitar que un clip inocente se convierta en un dolor de cabeza de marca.  

Puedes seguir a HardwarePremium en FacebookTwitter (X)InstagramThreads, BlueSky o Youtube. También puedes consultar nuestro canal de Telegram para estar al día con las últimas noticias de tecnología.

FAQ — Disney+ y el contenido generado con IA

¿Cuándo estarán disponibles las herramientas de IA en Disney+?

Disney no ha dado fecha concreta; se presentaron como parte de una hoja de ruta estratégica para la plataforma.

¿Se podrán usar todos los personajes de Disney?

Al principio es previsible un catálogo limitado y muy moderado, con reglas estrictas para proteger la propiedad intelectual.

¿Podré descargar o compartir fuera de Disney+ lo que cree?

Inicialmente, lo más probable es que el contenido se quede dentro de la app, con opciones de difusión controladas.

¿Habrá pago extra por estas funciones?

No se han comunicado precios ni planes específicos. Podrían ligarse a determinados tiers o lanzarse como funciones estándar, según evolución del piloto.

¿Quién es el dueño de lo que generen los usuarios?

Es uno de los grandes interrogantes legales. Disney deberá aclarar si son obras derivadas, colaboraciones o contenido totalmente licenciado por el estudio.