Las expectativas eran altísimas, pero las filtraciones del Galaxy S26 Ultra pintan un panorama más sobrio de lo esperado. Aunque muchos anticipaban un salto fotográfico importante, todo apunta a que Samsung repetirá sensores. Además, centrará sus esfuerzos en la eficiencia y carga rápida. Habrá una curva de potencia que promete llenar la batería en tiempo récord sin sobrecalentarse.

Una cámara que no evoluciona tanto como esperábamos

Según un nuevo firmware filtrado, el Galaxy S26 Ultra mantendrá exactamente los mismos sensores traseros que el modelo anterior:

  • 200 MP (HP2) principal,
  • 50 MP ultra gran angular (JN3),
  • 50 MP telefoto 5x (IMX854),
  • y 12 MP para selfies (IMX874).

La única novedad real llega en el teleobjetivo 3x. Este pasa del antiguo sensor de 10 MP al nuevo 12 MP S5K3LD. Aun así, su tamaño es idéntico, por lo que no se esperan mejoras notables en calidad o detalle. Los cambios de luminosidad —a través de un posible aumento de apertura— podrían mejorar ligeramente las tomas con poca luz. Sin embargo, no marcan un salto generacional.

La buena noticia es que Samsung aprovechará la potencia de su nuevo procesador y su motor de procesamiento de imagen para compensar la falta de nuevo hardware. Además, el S26 Ultra incluirá grabación en formato APV con dos variantes: HQ (1,5 GB/min) y LQ (750 MB/min). Este es un formato de vídeo avanzado pensado para conservar más detalle y rango dinámico.

La sorpresa está en la carga: más potencia, mejor gestión

Si las cámaras no impresionan, la carga rápida sí da un paso adelante. Fuentes cercanas a la compañía aseguran que el S26 Ultra extraerá 55 W de potencia entre el 0 % y el 15 % de batería. Además, mantendrá 45 W sostenidos hasta el 70 %, antes de reducir la velocidad en el tramo final.

Esto supone una mejora real frente al S25 Ultra, que apenas lograba mantener 45 W durante los primeros minutos. En la práctica, el nuevo sistema acelerará la recarga sin comprometer la salud de la batería de 5.000 mAh.

Por ahora, no hay confirmación de mejoras en la carga inalámbrica. Esta seguiría limitada a 15 W, una cifra ya algo desfasada frente a competidores como Xiaomi o OnePlus.

En resumen, el Galaxy S26 Ultra parece más una optimización que una revolución. Presenta mismo diseño, sensores conocidos y un enfoque en pulir lo que ya funcionaba. La diferencia real se sentirá en la experiencia del día a día. Habrá menos espera al cargar y una cámara más consistente gracias al software.

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