Hace semanas que la conversación estaba en lo mismo: Liquid Glass era la gran novedad de iOS 26, pero también el detonante de cabreos, iconos demasiado traslúcidos y una sensación visual más aparatosa que premium. Hoy Apple pulsa el reset con iOS 26.1, un update que quiere reconciliar al iPhone con sus propios usuarios. Y sí, viene con cambios que van más allá de un simple ajuste cosmético.
Un update que pone contexto (y control) donde más dolía
Apple lanza iOS 26.1 como actualización de más de 3 GB, disponible para los iPhone desde iPhone 11 en adelante. Y su principal intención es obvia: devolver el control de la interfaz al usuario.
Ahora, en el menú ‘Ajustes’ > ‘Pantalla y brillo’ > ‘Liquid Glass’ puedes elegir entre modo Transparente o modo Tintado, con un nivel de opacidad más lógico y una lectura visual menos agresiva.
Lo curioso es que esto no estaba previsto como “arreglo”. Pero la queja fue tan masiva que Apple ha tenido que dar la vuelta a su propia idea de diseño. En cambio, esta vez el usuario no tiene que encontrar menús escondidos en Accesibilidad, sino un toggle claro, directo y visible. Por si fuera poco, hay algo más: los toques accidentales al abrir la cámara desde la pantalla de bloqueo se pueden desactivar.
Qué se siente al usar iOS 26.1 en el día a día
Si usabas iOS 26 “pelado”, la interfaz ya no se siente tan impredecible. Los iconos no se pierden, las transiciones no distraen y, al frenar la transparencia, sientes que el iPhone vuelve a ser tuyo, no el de un diseñador gráfico en plena rave de glitch minimalista.
Además, Apple retoca las alarmas: para apagarlas, ahora debes deslizar, evitando confundir botones. Y en los benchmarks hay pistas de que las animaciones son más fluidas. No es un salto generacional pero sí una sensación de “menos microtirón” que notarás al tercer o cuarto desbloqueo.
Lo mejor es que iOS 26.1 llega sincronizado con el ecosistema: watchOS 26.1, iPadOS 26.1, macOS 26.1, tvOS 26.1 y visionOS 26.1 también están ya disponibles. Porque lo de Apple nunca llega solo: casi siempre llega en familia.
iOS 26.1 no inventa nada nuevo, pero arregla justo lo que más molestaba. Una de esas actualizaciones que no vas a presumir en el bar… pero sí vas a agradecer todas las mañanas al apagar la alarma sin mirar.
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