Hace apenas dos semanas que Battlefield 6 llegó al campo de batalla y EA ya prepara su primer gran asalto: la Temporada 1, que arranca el 28 de octubre de 2025. Tres actualizaciones, nuevos mapas, modos y armas buscarán mantener el pulso frente al inminente Call of Duty: Black Ops 7. Sin embargo, tras probar su contenido, la sensación es clara: los mapas ganan la guerra, pero los nuevos modos no levantan cabeza.
Los refuerzos llegan: Rogue Ops y California Resistance
EA ha dividido la Temporada 1 de Battlefield 6 en tres grandes fases: Rogue Ops (28 de octubre), California Resistance (18 de noviembre) y Winter Offensive (9 de diciembre). Cada una añade contenido sustancial, aunque el mayor atractivo está en sus nuevos entornos para el clásico modo Conquest.
El primero, Blackwell Fields, se presenta como un escenario abierto “pensado para la guerra total”, con colinas, luz dorada de atardecer y espacio para tanques, francotiradores y caos vehicular. El segundo, Eastwood, nos traslada a un suburbio californiano con casas, colinas y hasta un campo de golf: una mezcla de combate cercano y libertad que recuerda a los mejores mapas urbanos de la saga.
Ambos llegan junto a un nuevo Battle Pass dividido en rutas temáticas, pensado para que el jugador elija qué recompensas desbloquear primero. Sobre el papel suena flexible; en la práctica, habrá que ver si evita la sensación de “grindeo” habitual.
Entre las novedades armamentísticas destacan el SOR-300SC (carabina), el Mini Scout (francotirador) y la pistola GGH-22, además del vehículo Traverser Mark 2. Pero si algo se lleva el aplauso, es el Mini Scout: potente, preciso y destinado a ser el nuevo favorito de los jugadores de largo alcance.
Modos nuevos, sensaciones viejas en la temporada 1 de Battlefield 6
Donde la emoción se enfría es en los nuevos modos. Strikepoint, un 4v4 sin reaparición centrado en capturar un solo punto de control, intenta reinterpretar el clásico Search and Destroy, pero sufre de mapas reducidos y partidas repetitivas. Lo mismo ocurre con Sabotage, un modo temporal 8v8 en el que hay que destruir o defender depósitos de suministros: dinámico sobre el papel, pero poco memorable en ejecución.
Ambos se desarrollan en versiones pequeñas de los mapas principales, perdiendo gran parte del encanto visual y la escala que define a Battlefield. “Divertidos al principio, pero planos a la hora”, podría resumir el sentir general.
La tercera actualización, Winter Offensive, traerá una versión nevada de Brooklyn y un nuevo evento llamado Ice Lock, aunque EA aún guarda detalles bajo llave. Quizás sea su carta secreta para competir directamente con el lanzamiento de Black Ops 7.
El arranque de temporada de Battlefield 6 es un recordatorio de lo que mejor sabe hacer la saga: batallas épicas, entornos enormes y ritmo cinematográfico. Los nuevos modos no enamoran, pero Blackwell Fields y Eastwood demuestran que DICE y Ripple Effect aún dominan el arte del diseño de mapas. Si algo queda claro tras esta primera toma de contacto, es que Battlefield 6 sigue vivo… aunque, por ahora, brilla más en su terreno que en sus experimentos.
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