Hace años Apple fue pionera en eliminar los auriculares y cargadores del iPhone, una decisión polémica que después imitaron otras marcas.

Ahora lo ha vuelto a hacer, pero con sus portátiles: el nuevo MacBook Pro M5 de 14 pulgadas se vende en España sin adaptador de corriente incluido. Mientras, en otros mercados como Estados Unidos todavía viene en la caja.

La jugada no es casual: Apple se adelanta a una normativa europea que cambiará las reglas del juego a partir de 2026.

Apple se adelanta a la directiva de la Unión Europea sobre cargadores comunes

El nuevo MacBook Pro M5 llega con el potente chip de nueva generación y una sorpresa menos agradable. No incluye el cargador USB-C de 70 W en su caja en varios países europeos, entre ellos España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.

En el resto del mundo, sin embargo, el adaptador sigue formando parte del paquete.

El motivo no es técnico, sino regulatorio.

La Unión Europea aprobó en 2022 la llamada Directiva de Cargadores Comunes, que obliga a que todos los dispositivos electrónicos utilicen USB-C como estándar universal. Además, a partir de abril de 2026, los fabricantes deberán ofrecer la opción de comprar sus productos sin cargador incluido.

Apple, como suele hacer, ha decidido adelantarse y cumplir la norma antes de tiempo.

El portátil sí incluye un cable USB-C a MagSafe 3, por lo que sigue cumpliendo los requisitos de la directiva. Sin embargo, deja en manos del usuario adquirir el adaptador.

Y no es precisamente barato: el cargador oficial cuesta 65 €.

Un movimiento lógico en la ley, pero polémico para el usuario

El razonamiento medioambiental detrás de esta medida es claro: reducir residuos electrónicos y fomentar la reutilización de accesorios existentes.

Sin embargo, la realidad es que no todos los usuarios tienen un cargador de 70 W por casa.

Mientras que con un iPhone cualquiera puede aprovechar un adaptador anterior o incluso uno de otro fabricante, un Mac requiere un adaptador más potente. Muchos compradores descubrirán al abrir la caja que su nuevo portátil de más de 2.000 € no puede cargarse hasta que compren otro accesorio.

Lo peor es que la web de Apple apenas lo menciona en letra pequeña, lo que puede generar confusión entre quienes estrenan su primer Mac.

Técnicamente, se podría usar un cargador de iPhone de 20 W, pero la carga sería tan lenta que el portátil podría no ganar batería mientras se usa.

A su favor, Apple ha ajustado ligeramente el precio base del MacBook Pro M5. Por lo tanto, sumando el cargador el coste total es similar al del modelo anterior.

Aun así, la sensación de “producto incompleto” pesa más en un equipo de gama profesional que supera los 2.000 €.

La compañía se escuda en que en pocos meses todos los fabricantes deberán ofrecer la misma opción. Así que —como en su momento con el iPhone 12— prefiere liderar la transición.

Y, aunque el gesto tiene lógica ambiental, no deja de ser un movimiento arriesgado en un mercado donde la percepción de valor lo es todo.

Puedes seguir a HardwarePremium en FacebookTwitter (X)InstagramThreads, BlueSky o Youtube. También puedes consultar nuestro canal de Telegram para estar al día con las últimas noticias de tecnología.