Sony ha vuelto a dar señales del rumbo que tomará su próxima generación de consolas.

En una charla técnica, Mark Cerny —el arquitecto detrás de la PS5— desveló junto a AMD los primeros detalles de una nueva tecnología gráfica que promete más potencia y eficiencia. Además, hicieron un guiño claro hacia un posible modelo portátil.

Aunque todavía está en fase experimental, el adelanto marca el inicio de una era. En esta, la GPU se convertirá en el corazón absoluto de la experiencia PlayStation.

Radiance Cores: la nueva chispa gráfica de AMD y Sony

La próxima GPU desarrollada por Sony y AMD integrará una nueva arquitectura basada en núcleos Radiance. Estos son equivalentes a los RT Cores de Nvidia, dedicados al manejo de ray tracing y path tracing.

Estas unidades permitirán que la iluminación y los reflejos en los juegos alcancen un nivel de realismo nunca visto en consolas. Además, liberarán otros componentes del sistema para procesar texturas y sombreadores con mayor fluidez.

La compañía busca superar los límites de la actual generación.

Cerny aseguró que “el enfoque actual ha llegado a su tope”. La integración de esta nueva arquitectura basada en RDNA de próxima generación es clave para preparar el terreno de la PS6.

Entre las mejoras también figura la compatibilidad con FSR Redstone, el último algoritmo de escalado por IA de AMD. Junto a tecnologías como Neural Radiance Caching prometen elevar la nitidez sin sacrificar rendimiento.

Por si fuera poco, Sony introducirá una nueva capa de compresión universal, una evolución del sistema Delta Color Compression del PS5.

Esta técnica permitirá comprimir todos los elementos del pipeline gráfico, aumentando la velocidad de transferencia de datos. También reducirá el consumo energético, algo vital para equipos compactos o portátiles.

¿Un guiño al regreso de una PlayStation portátil?

Lo más llamativo de la presentación es lo que no se dijo abiertamente.

Cerny y los ingenieros de AMD destacaron la importancia de reducir la carga térmica y energética de los chips. Este mensaje suena muy familiar para quienes esperan el regreso de un dispositivo portátil de PlayStation.

Estas optimizaciones —menor consumo, mejor gestión térmica y procesamiento por IA— son los ingredientes que permiten imaginar un hardware capaz de ejecutar títulos AAA sin necesidad de enchufes.

Sony ya ha demostrado su interés con el reciente modo Power Saver del PS5, capaz de adaptar la potencia gráfica según la demanda.

Ahora, con una GPU más eficiente, el salto a un formato híbrido parece más posible que nunca.

La compañía aún no ha confirmado fechas ni especificaciones concretas. Sin embargo, todo apunta a que esta tecnología formará parte de la próxima consola de sobremesa y un posible dispositivo portátil que compartirían ADN gráfico.

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