Intel podría estar a punto de cerrar un trato histórico con Apple que afecte al futuro de los chips. Tras asociarse recientemente con NVIDIA y SoftBank, la compañía de Pat Gelsinger explora ahora una colaboración con Cupertino para reforzar su división de fundición y dar nueva vida a su nodo 14A. Un movimiento que, de confirmarse, marcaría un antes y un después en la industria de los semiconductores.

Apple e Intel: ¿un reencuentro inesperado?

Durante años, Intel fue el corazón de los MacBook, hasta que en 2020 Apple decidió apostar por su propio silicio M-series. Ahora, la situación podría girar de nuevo: Bloomberg asegura que ambas empresas mantienen conversaciones en fases iniciales para colaborar en la producción de chips.

Para Apple, la jugada tendría sentido: aunque TSMC sigue siendo su socio clave, diversificar con Intel le daría un plan B en suelo estadounidense en un momento en que Washington presiona para fabricar más chips en casa. Y para Intel, recibir a Apple como cliente sería oxígeno puro: el fabricante necesita volumen externo para que su nodo 14A y futuros 18A sean rentables y no quedar fuera de la carrera por los chips más avanzados.

La idea más optimista sobre la mesa: que Apple encargue parte de sus A-series y M-series SoCs a Intel Foundry. Esto supondría un regreso inesperado de la firma azul al corazón de los Mac, aunque bajo un rol muy distinto al de antaño.

Qué ganan ambas compañías si el acuerdo avanza

Para Intel, el beneficio es evidente: tras la inversión de NVIDIA (5.000 millones de dólares) y los apoyos de SoftBank y el gobierno estadounidense, sumar a Apple reforzaría la estabilidad financiera de la compañía, actualmente en una situación complicada. Además, un contrato de esta magnitud consolidaría a Intel como alternativa real a TSMC en la vanguardia de la fabricación.

Por otro lado, Apple lograría asegurar un suministro adicional en EE. UU., justo cuando el sector vive tensiones geopolíticas y cuellos de botella productivos. Además, podría negociar precios más competitivos al tener doble proveedor para sus chips de nueva generación, incluyendo el rumoreado Apple A19 Pro para futuros iPhone y el M5 para los Mac de 2026.

Eso sí, hay que matizar: las negociaciones son preliminares y podrían no concretarse. Aun así, el simple hecho de que dos gigantes con un pasado turbulento se sienten de nuevo a hablar refleja lo mucho que está cambiando el tablero de los semiconductores.

De momento no hay confirmación oficial ni cifras concretas, pero si Intel y Apple llegan a un acuerdo, el panorama de los chips premium podría cambiar drásticamente en los próximos años. Precio, disponibilidad y fechas dependerán de la evolución de la alianza, pero todo apunta a que Apple buscará dual sourcing entre TSMC e Intel.

¿Se repetirá la historia de Apple con Intel, pero en versión Foundry 2.0? El tiempo lo dirá. Y aquí en HardwarePremium seguiremos cada movimiento, porque en este juego de gigantes, cada transistor cuenta.

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