Thermaltake siempre sorprende con sus torres: The Tower 600, The Tower 300 y TR100, cada una diseñada para usuarios distintos pero todos con mucho estilo y mucha tecnología lista para presumir. ¿Qué tienen de especial? Pues vas a querer seguir leyendo…
The Tower 600, la reina del escaparate gamer
La Tower 600 es el buque insignia de esta nueva hornada. Se trata de una torre ATX de gran tamaño que parece más una vitrina de hardware que una caja de PC. Su diseño octagonal prismático no es un simple capricho estético, ya que mejora la ventilación y da protagonismo a cada componente. Este chasis admite hasta 13 ventiladores de 120 mm o 9 de 140 mm, y además soporta radiadores AIO de hasta 420 mm en un lateral y 360 mm en el otro.

Uno de sus puntos fuertes es la compatibilidad con placas base de nueva generación que integran conectores ocultos, como las ASUS BTF, MSI Project Zero o Gigabyte Stealth. En cuanto al espacio interno, permite instalar gráficas de hasta 400 mm de longitud y disipadores de CPU de hasta 210 mm de altura, lo que la convierte en una opción casi sin límites para montajes de gama alta. A nivel de montaje es muy práctica, con paneles sin tornillos, cristal templado en tres caras y laterales perforados removibles. Thermaltake incluso ofrece un accesorio opcional para colocarla en posición horizontal y una pantalla LCD de 3,9 pulgadas que muestra estadísticas, animaciones o gifs. Frente a rivales como Corsair o NZXT, lo que diferencia a la Tower 600 es que no pretende ser “otra torre con RGB”, sino un escaparate con personalidad propia.
The Tower 300, la hermana compacta con carácter
Si la Tower 600 es un monumento, la Tower 300 es su versión reducida, pensada para setups más contenidos pero igual de llamativos. Se trata de una torre micro-ATX que mantiene el mismo concepto estético octagonal pero con un tamaño más manejable. A pesar de su formato compacto, sigue ofreciendo soporte para radiadores AIO de hasta 420 mm y la instalación de múltiples ventiladores, además de compatibilidad con gráficas de hasta 400 mm.

La experiencia de montaje es igual de cómoda gracias a paneles sin herramientas y a los dos ventiladores CT140 preinstalados en la parte superior. Al igual que su hermana mayor, puede colocarse en posición horizontal y admite la pantalla LCD personalizable. La Tower 300 destaca por su versatilidad, ya que es lo bastante pequeña para no dominar el espacio, pero no sacrifica prestaciones. Incluso se ha lanzado en colores poco habituales, como el llamativo Bubble Pink, demostrando que Thermaltake no teme arriesgar en estética.
TR100, el comodín portátil para setups itinerantes
El tercer modelo, la TR100, es un concepto completamente distinto. En lugar de centrarse en el tamaño o en la espectacularidad visual, apuesta por la portabilidad. Es una caja mini-ITX de cámara doble, con apenas 18,9 litros de volumen, diseñada para quienes llevan su PC a todas partes, desde LAN parties hasta espacios de trabajo móviles. Incluye un cable riser PCIe 4.0, soporte para fuentes SFX y espacio suficiente para dos ventiladores de 120 o 140 mm en la parte superior, además de un radiador AIO de 280 mm.

Lo más curioso es que Thermaltake ha desarrollado incluso una maleta especial para transportarla junto al resto del equipo, lo que convierte a la TR100 en una opción única dentro del catálogo actual de cajas. No busca competir en el terreno de las gigantescas torres de exhibición, sino ofrecer un producto ligero y funcional para entusiastas que valoran tanto el rendimiento como la movilidad.
Así queda la batalla entre Tower 600, Tower 300 y TR100
Modelo | Tamaño | Radiador AIO máximo | Ventiladores | GPU max | Extras top |
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Tower 600 | ATX grande | 420 mm derecha / 360 mm izquierda | 13 x 120 mm / 9 x 140 mm | 400 mm | Panorama épico, LCD, soporte horizontal |
Tower 300 | Micro-ATX | 420 mm derecha | 8 x 120 mm / 140 mm | 400 mm | Compacta pero completa, ideal escritorio |
TR100 | Mini‑ITX portátil | 280 mm top | 2 x 120/140 mm | — | Super portable, maleta opcional |
Con esta triple apuesta, Thermaltake ofrece tres torres distintas: la Tower 600 para quienes quieren un setup que robe miradas, la Tower 300 para quienes necesitan equilibrio entre potencia y espacio, y la TR100 para los nómadas del PC. Aunque los precios oficiales aún no se han confirmado, todo apunta a que la Tower 600 rondará los 190 euros, la Tower 300 se moverá entre los 120 y 140 euros, y la TR100 se colocará en un rango más asequible.
En definitiva, Thermaltake ha dejado claro que una caja ya no es un simple contenedor de hardware, sino una pieza clave de identidad y estilo dentro del setup. Y como buen guiño geek, estas torres demuestran que un PC puede ser algo más que una herramienta: puede convertirse en la joya de tu escritorio.
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