El nuevo Google Pixel 10 y su versión Pixel 10 Pro llegan con una polémica bajo el brazo: la función “Battery Health Assistance”, incluida de serie, empieza a reducir la capacidad de la batería tras apenas 200 ciclos de carga. Una medida pensada para la seguridad. Pero deja a los usuarios con más preguntas que respuestas.

¿Por qué Google limita la batería tan pronto?

Google no es ajena a los problemas de sobrecalentamiento en generaciones anteriores como el Pixel 4a y 6a, donde las actualizaciones forzadas recortaron la autonomía para evitar riesgos de incendio. Ahora, con el Pixel 10, la compañía ha decidido implementar un control mucho más estricto. A partir de los 200 ciclos, el sistema baja automáticamente el voltaje de la batería. Lo sigue reduciendo progresivamente hasta los 1.000 ciclos.

En la práctica, esto significa menos duración por carga y mayor tiempo de espera al recargar. Aunque Google asegura que las baterías deberían mantener un 80 % de capacidad después de 1.000 ciclos, lo cierto es que no ha aclarado cuánto se pierde realmente tras esos primeros 200. Y lo peor: no se puede desactivar.

La comparación con Apple resulta inevitable. En los iPhone, la gestión de la batería afecta más al procesador que a la celda en sí, y los usuarios pueden desactivar esta limitación si lo desean. Con Pixel, en cambio, no hay escapatoria salvo cambiar la batería.

¿Cómo afecta esto a los usuarios del Pixel 10?

Para quienes cargan su móvil a diario, 200 ciclos equivalen a menos de un año de uso antes de notar la degradación controlada. En modelos anteriores, la autonomía ya era uno de los puntos débiles frente a rivales como Samsung Galaxy S25 o iPhone 15 Pro. El asunto del Pixel 10 y su batería podría hacer que muchos se lo piensen dos veces antes de dar el salto.

Google defiende esta decisión como una medida preventiva para evitar riesgos de seguridad, pero la comunidad no lo ve con buenos ojos. Después de todo, competidores ofrecen más libertad de elección, y no obligan a sacrificar rendimiento tan pronto.

En cuanto al resto de características, el Pixel 10 mantiene el chip Tensor G5. También tiene cámaras potentes con IA y soporte de carga rápida con accesorios oficiales de hasta 67 W. Los precios en Europa arrancan en torno a los 899 euros, con colores variados. Además, hay disponibilidad inmediata tras su presentación global.

El Pixel 10 se lanza con luces y sombras: promete mejoras en cámara, IA y rendimiento. Sin embargo, trae consigo un sistema de batería que muchos consideran una limitación innecesaria. El dilema es claro: ¿seguridad o autonomía?

Lo único seguro es que esta polémica dará mucho que hablar entre fans de Android y usuarios fieles a la gama Pixel. Y ya sabes: en tecnología, hasta la batería puede tener fecha de caducidad escrita en el software.

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