Si ayer nos sorprendimos con la llegada de la AMD Radeon RX 9060, hoy la compañía vuelve a la carga con un lanzamiento silencioso: la Radeon RX 7400. Una tarjeta gráfica de gama de entrada que hereda la arquitectura RDNA 3 y que, pese a su precio contenido, trae funciones reservadas hasta hace poco para modelos más caros.
La hemos visto aparecer casi de incógnito, compartiendo escenario con su gemela para estaciones de trabajo, la Radeon Pro W7400, pero apuntando directamente al usuario doméstico que quiere algo más que una gráfica integrada.
¿Qué trae esta discreta GPU?
La AMD Radeon RX 7400 monta un chip Navi 33 con 28 unidades de cómputo y 1792 stream processors. A esto se suman 28 aceleradores de trazado de rayos y 56 aceleradores de IA. Sí, hablamos de ray tracing en una gráfica barata, aunque con las limitaciones propias de esta gama.
Su memoria es de 8 GB GDDR6 a 10,8 Gbps, lo que ofrece un ancho de banda de 172,8 GB/s. Todo esto con un consumo de apenas 55 W, sin necesidad de conectores de energía adicionales y con un tamaño de 167 mm que encaja en casi cualquier caja. AMD recomienda una fuente de 450 W, lo que confirma que está pensada para equipos básicos.
¡Tiembla RTX 5050! O quizá no.
La RX 7400 no pretende destronar a las grandes bestias del gaming, pero sí dejar en evidencia a las gráficas integradas, incluso las de los nuevos Intel Core Ultra 200. Además, viene con soporte para codificación y decodificación de vídeo, lo que la convierte en una opción interesante para PCs de oficina, multimedia, gaming ligero o servidores domésticos.
Por ahora, AMD no ha revelado su precio ni si la venderá directamente o solo a través de socios como Dell, que ya la incluye en equipos preconfigurados. Eso sí, todo apunta a que será una de las gráficas más accesibles con RDNA 3 en el mercado.
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