Cuando creíamos que los plegables seguían siendo frágiles, Samsung lanza una bomba: el Galaxy Z Fold 7 ha sobrevivido al famosísimo test de tortura de JerryRigEverything sin romperse ni un poco. Y sí, hablamos de doblarlo, rascarlo, llenarlo de polvo y más.
Este nuevo Fold no solo es el más fino de la serie, también parece ser el más resistente. Con una bisagra renovada y un diseño ultradelgado, el Galaxy Z Fold 7 se enfrenta a su mayor reto hasta la fecha: demostrar que los plegables ya no son sinónimo de debilidad.
¿Qué demonios ha pasado con el Fold 7?
El popular YouTuber JerryRigEverything lo puso a prueba como solo él sabe: con herramientas afiladas, presión bruta y un puñado de arena directamente sobre la bisagra. Resultado: ni una grieta, ni una rotura. El panel interior no se resquebrajó, no hubo pliegues visibles, y la bisagra resistió sin chistar.
Comparado con los primeros Galaxy Fold, que casi se deshacían con solo mirarlos, este Fold 7 demuestra lo mucho que ha evolucionado la tecnología plegable. Según Samsung, puede aguantar hasta 500.000 pliegues, lo cual, traducido, son años de uso intensivo.
Eso sí, no todo fue perfecto: se han reportado problemas menores de calidad en algunas unidades tempranas. Pero se espera que ya estén corregidos en los próximos lotes.
Más potencia, pero con letra pequeña
Por mucho que impresione su resistencia, no olvidemos el detalle clave: el precio. El Galaxy Z Fold 7 cuesta unos 2.000 dólares, colocándose en lo más alto del mercado. ¿Alternativas más baratas? Están los Galaxy Z Flip 7 y su versión Flip 7 FE, que ofrecen parte de la experiencia plegable por menos dinero.
El Fold 7 es una apuesta premium pensada para los que lo quieren todo: diseño futurista, multitarea a lo bestia y ahora también, durabilidad real.
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