Desde el 20 de junio, todos los smartphones y tablets vendidos en la Unión Europea deben incluir una etiqueta de eficiencia energética, similar a la que se ve en electrodomésticos. Apple, aunque ya muestra estos datos en sus webs europeas para iPhones y iPads, no ha tardado en mostrar su desacuerdo con el método de evaluación.
En concreto, la etiqueta informa sobre autonomía en horas, ciclos de batería hasta el 80 %, resistencia a caídas, y capacidad de reparación. Además, cada dispositivo incorpora una hoja técnica con datos adicionales como la resistencia de la pantalla (escala de Mohs) o detalles específicos sobre reparabilidad.
Críticas al sistema: ¿justas o una defensa de marca?
Apple ha presentado un documento de 44 páginas donde desmonta, con detalle técnico, varias de las metodologías utilizadas por la UE. Entre sus objeciones principales:
- Injusticia en la escala de eficiencia para tablets, que no tiene en cuenta factores como tamaño o tecnología de pantalla.
- Ambigüedad en las pruebas de caída, por depender de superficies y métodos no estandarizados. Apple, por ejemplo, usa más de 30 unidades en sus pruebas, mientras que la normativa exige solo 5.
- Discrepancias en los resultados: tres laboratorios independientes arrojaron diferencias de hasta tres grados en el mismo test de resistencia.
Aunque Apple acepta la norma, ha preferido reducir voluntariamente la calificación de algunos modelos para evitar malentendidos. También sugiere que, por ahora, el único dato verdaderamente fiable de estas etiquetas es el de duración de batería.
Estas etiquetas ya están visibles en la web de Apple en la UE para modelos como el iPhone 16 Pro y el iPad Pro 11” M4. La iniciativa busca empoderar al consumidor, aunque no todos los fabricantes están igual de satisfechos con el nuevo enfoque regulador.


Puedes seguir a HardwarePremium en Facebook, Twitter (X), Instagram, Threads, BlueSky o Youtube. También puedes consultar nuestro canal de Telegram para estar al día con las últimas noticias de tecnología.