Tras meses de aumentos sostenidos, los precios de la memoria DDR5 comienzan a estabilizarse, marcando una etapa de mayor previsibilidad en el sector tecnológico. Según datos de TrendForce, la tendencia alcista ha empezado a desacelerarse, especialmente de cara al tercer trimestre de 2025. Esta pausa ha reavivado el interés en DDR4, ahora más atractiva por su precio y disponibilidad.

Cambios de comportamiento y nuevos protagonistas

Los compradores están optando nuevamente por DDR4, impulsados por la diferencia entre los precios de contrato y de contado en DDR5. De hecho, chips DDR4 como el 1Gx8 3200MT/s subieron un 12,8% en solo una semana, pasando de 2,18 $ a 2,46 $. A pesar de este repunte, los analistas prevén aumentos moderados en adelante, con los precios contractuales alcanzando gradualmente a los del mercado libre.

Mientras tanto, el segmento NAND flash sigue una trayectoria similar. Tras un fuerte ascenso desde febrero, el precio del wafer TLC de 512Gb cayó un leve 0,18%, indicando un freno en la demanda y un aumento en la oferta disponible.

Contexto general y futuro inmediato

Aunque el mercado de consumo se enfría, el sector empresarial sigue impulsado por la IA. Grandes proveedores cloud de EE. UU. continúan invirtiendo en centros de datos con SSD empresariales, cuyo precio podría aumentar hasta un 10 % en el tercer trimestre.

En 2024 se proyectaba una caída generalizada de precios en 2025 debido al exceso de inventario y compras cautelosas por parte de los fabricantes. Sin embargo, el mercado parece estar encontrando un punto de equilibrio entre oferta y demanda, especialmente en memoria DRAM.

Con este panorama, se espera una mayor estabilidad de precios durante el resto del año. Para consumidores y fabricantes, esto podría significar un mejor momento para adquirir hardware sin temer subidas repentinas.

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