La histórica marca de impresoras Brother implementa restricciones de firmware que bloquea el uso de consumibles o cartuchos no originales en sus dispositivos. Las impresoras domésticas experimentan un nuevo revés para los usuarios. Brother, hasta ahora considerada una alternativa amigable frente a marcas restrictivas como HP, ha comenzado a implementar actualizaciones de firmware. Estas actualizaciones bloquean el uso de cartuchos de tinta de terceros. Esto sigue una estrategia similar a la que HP aplica desde hace años.
La caída de un aliado del consumidor
Brother ha sido tradicionalmente valorada por permitir el uso de consumibles alternativos más económicos. Esto la diferenciaba de competidores como HP y Canon. Sin embargo, según ha denunciado el conocido reparador Louis Rossmann, la compañía ha cambiado radicalmente esta política. Lo ha hecho mediante actualizaciones recientes de firmware que degradan la calidad de impresión cuando detectan tinta no original.
Los usuarios afectados reportan que, tras instalar estas actualizaciones, las impresoras desactivan funciones de color y otras características esenciales. Esto deja los dispositivos prácticamente inutilizables si no se adquieren cartuchos originales OEM (Original Equipment Manufacturer). El soporte técnico de Brother confirma esta situación. Indican que la solución es comprar consumibles de la marca.
«El registro de color falla tras la actualización y el soporte oficial sugiere comprar tinta Brother como única solución», explican usuarios afectados en foros especializados. Lo más preocupante es que la empresa ha eliminado versiones anteriores de firmware de sus servidores, imposibilitando cualquier intento de revertir la situación.
Una tendencia alarmante en el sector la Brother con sus cartuchos
Esta decisión de Brother refleja una tendencia creciente en la industria de impresoras. HP lleva años aplicando un sistema similar de DRM (Digital Rights Management) que bloquea cartuchos alternativos. A pesar de que los usuarios de HP ganaron demandas colectivas contra estas prácticas, las multas resultantes no han sido suficientes. Estas multas no han cambiado estas políticas restrictivas.
Los analistas de mercado señalan que esta estrategia responde a un modelo de negocio donde los fabricantes venden impresoras a precios relativamente bajos. Luego obtienen ganancias sustanciales con los consumibles originales, que suelen costar hasta cinco veces más que las alternativas de terceros.
Brother comercializa sus dispositivos promocionando la compatibilidad con consumibles alternativos. Sin embargo, posteriormente, mediante actualizaciones, restringe esta posibilidad. Esto constituye, según expertos en derechos del consumidor, una «práctica engañosa anticonsumidor».
La eliminación de versiones antiguas de firmware y la imposibilidad de revertir las actualizaciones deja a los usuarios actuales sin alternativas viables. Esto les obliga a invertir en cartuchos originales. Aunque los alternativos pudieran funcionar perfectamente sin estas restricciones artificiales, no son una opción.
Puedes seguir a HardwarePremium en Facebook, Twitter (X), Instagram, Youtube. También puedes consultar nuestro canal de Telegram para estar al día con las últimas noticias de tecnología.