Los móviles plegables siempre han vivido al borde de lo posible. Cada generación promete más resistencia, más ingeniería y menos concesiones. Pero el Galaxy Z TriFold acaba de recordar que empujar el diseño demasiado lejos tiene un precio. En una prueba de durabilidad extrema, el ambicioso plegable de tres pantallas no ha aguantado donde otros modelos sí lo hicieron.
Una prueba que el TriFold no pudo superar
El dispositivo fue sometido a un test de resistencia completo: arañazos, calor, polvo y flexión.
Las primeras fases no dejaron grandes sorpresas, más allá de confirmar algo ya conocido: el vidrio plegable sigue siendo blando y vulnerable.
Sin embargo, los problemas reales llegaron cuando entraron en juego la suciedad y la flexión en sentido inverso, dos escenarios habituales en el uso diario.
La bisagra, el talón de Aquiles
Durante la prueba con partículas de polvo, el Galaxy Z TriFold mostró un comportamiento preocupante.
Al abrir y cerrar el dispositivo por completo, se escucharon crujidos y rozamientos internos, señal de que la suciedad afecta directamente al complejo sistema de bisagras triple.
Este punto resulta especialmente delicado en un dispositivo que depende de tres secciones móviles para funcionar correctamente.
La flexión inversa lo rompe todo
El momento crítico llegó con la prueba de flexión.
Aplicando una presión relativamente moderada en la dirección contraria al pliegue natural, el dispositivo cedió casi de inmediato.
Los píxeles de la pantalla comenzaron a apagarse, el panel sufrió daños irreversibles y una de las bisagras laterales se partió, dejando el terminal prácticamente inutilizable.
Comparación incómoda con el Galaxy Z Fold 7
El contraste es evidente.
En pruebas similares, el Galaxy Z Fold 7 logró resistir una flexión comparable con daños mucho más limitados, lo que deja al TriFold en una posición comprometida.
La conclusión es clara: añadir más pliegues no siempre equivale a más resistencia, al menos con la tecnología actual.
No todo es negativo: ciclos de plegado
No todo son malas noticias.
Pruebas previas centradas en la longevidad del mecanismo indican que el Galaxy Z TriFold puede soportar más de 150.000 plegados completos, y Samsung asegura que el dispositivo está diseñado para llegar a 200.000 ciclos sin fallos estructurales.
Eso sí, estas cifras no contemplan escenarios de presión externa o uso incorrecto, que es precisamente donde el TriFold muestra sus debilidades.
Reparar será peor que el golpe
Aunque el dispositivo no queda completamente “muerto” desde el punto de vista de los datos, el daño en la pantalla hace que la reparación resulte económicamente inviable para la mayoría de usuarios.
En la práctica, una flexión desafortunada podría equivaler a una sustitución completa del terminal.
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FAQ
En flexión inversa y con suciedad, sí muestra debilidades claras.
La bisagra lateral y el panel OLED.
Soporta muchos ciclos de plegado, pero no tolera presión incorrecta.
Técnicamente sí, pero el coste sería muy alto.
Está previsto para principios de 2026.



