El tiempo corre en contra de Uber Eats en España. A diferencia del resto de grandes plataformas de reparto, la compañía mantiene un modelo basado en repartidores autónomos que el Gobierno considera incompatible con la ley vigente. Si no hay cambios inmediatos, el conflicto dejará de ser administrativo para entrar en un terreno mucho más serio: el penal.
El ultimátum del Ministerio de Trabajo
El Ministerio de Trabajo mantiene abierta una investigación activa hasta enero. El mensaje es directo:
si Uber Eats no modifica su modelo y contrata a sus repartidores, se activará la vía penal, el mismo camino que ya se siguió con Glovo.
No se trata de una advertencia retórica. El precedente existe y terminó con multas millonarias y responsabilidades judiciales para directivos.
La última gran plataforma que resiste
Uber Eats se ha quedado sola.
Otras plataformas de reparto ya han abandonado el modelo de falsos autónomos en España tras la entrada en vigor de la conocida “Ley Rider”.
La compañía, sin embargo, sigue defendiendo un sistema mixto, con repartidores asalariados y autónomos. Para Trabajo, ese enfoque no cumple con la normativa ni con las sentencias judiciales acumuladas en los últimos años.
De expediente administrativo a responsabilidad penal
El punto crítico llegará cuando finalice la investigación.
Si el Ministerio considera que Uber Eats persiste en un modelo ilegal, el caso pasará al ámbito penal, lo que implica algo más que sanciones económicas.
En ese escenario, los máximos responsables de la empresa podrían enfrentarse a responsabilidades personales, una presión que ya forzó cambios drásticos en el sector en el pasado.
Un conflicto que viene de lejos
El choque no es nuevo.
En 2021, sindicatos y colectivos de repartidores denunciaron despidos encubiertos y prácticas destinadas a esquivar la ley. Aquellos procesos judiciales no solo reabrieron casos previos, sino que consolidaron la interpretación de que muchos riders eran, en realidad, trabajadores por cuenta ajena.
Desde entonces, el margen de maniobra de las plataformas se ha ido estrechando hasta llegar al escenario actual.
Qué puede hacer Uber Eats ahora
La salida es clara, aunque costosa:
contratar a sus repartidores y adaptar su estructura laboral al marco legal español.
Si el cambio se produce antes de que concluya la investigación, la vía penal podría desactivarse. Si no, el conflicto escalará con consecuencias imprevisibles para la compañía en uno de sus mercados clave.
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FAQ
Por mantener repartidores autónomos que podrían ser falsos autónomos.
La contratación directa de los repartidores.
Se activará la vía penal contra la empresa.
Sí, el caso de Glovo terminó con multas y procesos judiciales.
Sí, si Uber Eats cambia su modelo antes de enero.



