La ROG Xbox Ally X me recibió con un mensaje claro: esta máquina quiere serlo todo. En las manos se siente potente, sólida y muy cuidada. ASUS ha afinado el diseño con una ergonomía magnífica que sorprende desde el primer agarre. Pero cuando enciendes el sistema, aparece la otra cara. Microsoft promete una “experiencia Xbox”, pero ofrece una capa apresurada sobre un Windows que nunca termina de encajar. Así empieza un viaje extraño: un hardware brillante atrapado en decisiones que no entiendes.
| Especificación | ASUS ROG Xbox Ally X |
|---|---|
| Diseño y formato | |
| Color | Negro mate · Acabado ROG |
| Tipo | PC portátil gaming · “PC consolizado” |
| Agarres | Grips ergonómicos sobredimensionados |
| Pantalla | |
| Tamaño | 7″ IPS-Level · 16:9 |
| Resolución y refresco | 1920×1080 · 120 Hz · FreeSync Premium |
| Brillo y protección | 500 nits · Gorilla Glass Victus + DXC |
| Hardware | |
| CPU / GPU | AMD Ryzen AI Z2 Extreme Radeon 890M integrada |
| Núcleos e IA | 8C/16T · NPU hasta 50 TOPS |
| Memoria y almacenamiento | |
| RAM | 24 GB LPDDR5X compartida |
| SSD | 1 TB NVMe PCIe 4.0 · M.2 2280 |
| Controles | |
| Botones y sticks | ABXY, cruceta, dos sticks, dos bumpers, dos gatillos Hall |
| Extras | Botón Xbox, Armoury Crate, dos traseros, giroscopio, vibración háptica |
| Conectividad | |
| Inalámbrica | Wi-Fi 6E · Bluetooth 5.2 |
| Puertos | 2× USB-C Thunderbolt 4, jack 3.5 mm, microSD UHS-II |
| Batería y dimensiones | |
| Batería | 80 Wh · Carga 65 W |
| Tamaño y peso | 29 × 12,1 × 2,75–5,09 cm · 715 g |
| Software y precio | |
| Sistema | Windows 11 Home + Xbox Fullscreen Experience |
| PVP oficial | ≈ 899 € en su lanzamiento |
Embalaje y accesorios

El embalaje de la ROG Xbox Ally X sigue la línea de ASUS: compacto, oscuro y muy “ROG”. Al abrirla, notas que ASUS ha querido mantener una presentación limpia, directa y sin adornos innecesarios.
La consola aparece protegida por un plástico, idéntico al de la generación anterior. El tacto inicial ya anticipa un producto serio y bastante más pesado de lo esperado. Bajo la consola encontramos un pequeño compartimento con el cargador, manuales y el único extra real de la caja.
Aquí llega la primera decisión incomprensible. No hay funda. Una máquina que supera los 700 gramos y ronda los 900 euros merece una funda básica. Steam Deck la incluye. Legion Go también. ASUS no. La ausencia sorprende porque los agarres gigantes hacen difícil apoyarla en vertical sin un soporte adecuado.
Lo que sí incluye ASUS es una peana de cartón reciclado. La idea es útil, pero la ejecución no acompaña. La peana se siente endeble, demasiado ligera y poco preparada para un uso continuado. Sirve para apoyar la consola en escritorio, pero no inspira confianza. Parece un accesorio pensado a última hora para justificar la ausencia de una funda.
El cargador mantiene el diseño clásico de ASUS: compacto, negro y fiable. Ofrece 65 W, suficiente para alimentar el Z2 Extreme sin sufrir. El cable es largo y flexible, algo que siempre se agradece en un dispositivo portátil.
Diseño y construcción
La ROG Xbox Ally X entra en las manos con una presencia inmediata. No parece una portátil. Parece un mando premium estirado alrededor de una pantalla brillante. Los nuevos agarres dominan el diseño y definen toda la experiencia. Son enormes, rugosos y sorprendentemente cómodos. ASUS ha acertado aquí sin duda.
El cuerpo combina plástico mate y líneas agresivas, muy ROG, pero sin exagerar. La consola se siente seria, compacta y pensada para sesiones largas. El peso se nota rápido. Son 715 gramos que empujan hacia el límite, aunque los grips disimulan bien la carga. El equilibrio del chasis mejora la sensación inicial.
Los botones ABXY están mejor colocados que en el modelo anterior. Ahora caen más centrados y resultan más naturales. Los sticks responden con suavidad y precisión. Los gatillos Hall ofrecen un tacto firme y muy agradable. Todo suena sólido, sin holguras ni piezas frágiles.
Los botones traseros cuentan otra historia. Su ubicación no convence. Están centrados y la pulsación se siente menos intuitiva. No molestan, pero tampoco enamoran.
La consola respira por varias rejillas superiores y traseras. El flujo de aire es estable y bien distribuido. Las manos no bloquean las salidas. El diseño térmico demuestra cabeza y experiencia.
Los materiales recuerdan mucho a la Ally original. ASUS mantiene la misma fórmula. El plástico es resistente, sobrio y agradable. El acabado mate funciona, aunque no evita los reflejos de la pantalla.
Pantalla ROG Xbox Ally X
La Ally X monta una pantalla de 7″ FHD (1920×1080) IPS-level, formato 16:9, con tasa de refresco de 120 Hz, brillo de 500 nits y VRR con FreeSync Premium. La Ally con Z1 Extreme ofrece exactamente el mismo panel: 7″ FHD, 120 Hz, 500 nits, FreeSync Premium.
¿Entonces cuál es la diferencia? En realidad poca en lo que respecta al panel puro. En ambas máquinas tienes el mismo tamaño, resolución, refresco y calidad declarada.Eso quiere decir que la sensación visual a nivel técnico es muy similar. La Ally X no sube a OLED ni mejora resolución.
Puertos y conexiones
La ROG Xbox Ally X llega muy bien servida en conectividad. En la parte superior encontramos dos USB-C, uno USB4 compatible con Thunderbolt 4, y otro USB 3.2 Gen 2 con DisplayPort. Ambos permiten cargar, transferir datos y sacar vídeo sin límites. Esta doble configuración convierte la consola en un pequeño centro modular capaz de funcionar con monitores externos, docks completos e incluso eGPU, algo impensable en generaciones previas.
El lateral incluye un jack de 3,5 mm y una ranura microSD UHS-II, ideal para ampliar almacenamiento sin abrir la consola. La velocidad del lector mejora respecto al pasado y reduce riesgos de corrupción, un problema que afectó a la Ally original. La conectividad inalámbrica también está a la altura, con Wi-Fi 6E rápido y estable, además de Bluetooth 5.2 para mandos y auriculares.
Frente a la ROG Ally con Z1 Extreme, el salto más notable es el USB4/Thunderbolt 4, que no existía en el modelo anterior. Esta mejora abre la puerta a configuraciones más ambiciosas y convierte la Ally X en una máquina mucho más versátil en escritorio. La ausencia de HDMI dedicado obliga a usar adaptadores por USB-C, pero no penaliza demasiado.
ROG Bulwark Dock
El ROG Bulwark Dock es una solución 7-en-1 pensada para quienes llevan su portátil o consola portátil al escritorio. Su conexión USB-C permite pasar hasta 100 W de carga directa al dispositivo, y añade salidas como HDMI 2.1 (hasta 4K @ 144 Hz o 8K @ 30 Hz), Ethernet Gigabit, USB-A/USB-C a 10 Gb/s y combo de auriculares.
El diseño es claramente orientado al ecosistema ROG: tapa abatible que sirve de soporte, iluminación RGB Aura Sync, cable USB-C con conector angular y materiales robustos. Como indica la review de Windows Central, el diseño “es uno de los mejores entre accesorios de handheld”, aunque critican el precio y la falta de adaptador de corriente incluido.
El precio oficial se sitúa en US $139,99 (≈ 129-150 €) según fuentes al momento de lanzamiento. Si ya tienes la consola y buscas convertirla en un pequeño PC de escritorio, el Bulwark Dock es una opción premium; si tu uso es más ocasional, quizá otras bases más asequibles valgan la pena.
Componentes internos de la ROG Xbox Ally X
La ROG Xbox Ally X centra toda su fuerza en el nuevo AMD Ryzen AI Z2 Extreme. Este chip combina 8 núcleos y 16 hilos, con frecuencias muy altas y una NPU de 50 TOPS pensada para tareas de inteligencia artificial. La respuesta del procesador es inmediata. Todo arranca rápido. Los menús vuelan. El rendimiento bruto se siente superior al de la Ally con Z1 Extreme, sobre todo en cargas pesadas y juegos modernos.
La GPU integrada también avanza. ASUS usa una gráfica basada en RDNA 3.5, más eficiente y con mayor frecuencia que el modelo anterior. La Ally X mueve juegos exigentes con más estabilidad y mantiene mejor los 120 Hz cuando bajas el TDP. No es una GPU dedicada, pero su potencia sorprende dentro del formato. Frente al Z1 Extreme, notas más consistencia y menos caídas inesperadas.
La memoria también crece y marca diferencia. La máquina incluye 24 GB de RAM LPDDR5X, un salto claro respecto a los 16 GB del modelo anterior. Esta cifra permite asignar más memoria a la GPU sin comprometer Windows. La multitarea fluye y el sistema respira mejor. Es uno de los cambios más importantes para mantener la consola rápida durante años.
Software y experiencia Xbox Fullscreen
El software es donde la ROG Xbox Ally X intenta parecer una consola. Microsoft lo llama Xbox Fullscreen Experience, pero la realidad es muy distinta. La interfaz se abre rápido y muestra tus juegos con un estilo claro, aunque pronto descubres que no es un sistema dedicado, sino la aplicación de Xbox estirada a pantalla completa.
La sensación inicial es confusa. Todo parece pensado para simplificar, pero cada gesto revela la capa oculta. Cuando navegas un poco, notas que sigues dentro de Windows 11, solo disfrazado. No hay integración real con el hardware. No puedes configurar la consola desde la capa Xbox, y cada ajuste profundo te obliga a abrir Armoury Crate, creando dos mundos separados.
El rendimiento de la interfaz tampoco acompaña. En ocasiones, el menú se siente pesado. Hay tirones en animaciones simples, incluso cuando la APU tiene potencia de sobra. El teclado táctil aparece en momentos raros. Algunas ventanas emergentes muestran opciones no adaptadas. Todo transmite una idea clara: Microsoft llegó tarde y con prisas.
Los gestos tampoco ayudan. Para cambiar entre aplicaciones debes usar un gesto tipo smartphone. Funciona, pero rompe la ilusión de consola. Y cuando abres Steam, Epic o GOG, ya no estás en la experiencia Xbox. Estás en Windows, con ventanas flotantes y menús tradicionales. El encanto se rompe en segundos.
El problema no es que Windows sea malo. El problema es que no está pensado para pantallas pequeñas. El texto a veces se corta. Los botones son diminutos. Las ventanas no respetan la escala. Todo exige más atención de la necesaria, justo lo contrario que una consola portátil debería ofrecer.
Temperaturas y ruido
La ROG Xbox Ally X mueve mucha potencia en muy poco espacio. Eso se nota desde los primeros minutos. En juegos exigentes, la consola mantiene temperaturas altas pero controladas. La zona trasera concentra el calor, aunque los agarres apenas se calientan, algo clave para sesiones largas. ASUS ha hecho un buen trabajo aislando el flujo térmico.
El ventilador entra rápido cuando subes el TDP. El ruido es constante y bastante audible. No molesta, pero está siempre presente. En picos fuertes, el sistema llega a sonar como un portátil gaming delgado. No es silenciosa, aunque sí estable. El tono es más agudo que el de la Steam Deck OLED, pero más uniforme que el de la Legion Go 2.
A nivel térmico, la Ally X aguanta mejor que la versión con Z1 Extreme. La disipación parece más eficiente y sostiene frecuencias más tiempo sin hacer throttling. En cargas moderadas, el ruido baja bastante y las temperaturas se suavizan. Pero cuando exiges al chip, todo recuerda una realidad inevitable: potencia alta siempre implica calor y ventiladores trabajando.
Comparativa directa
El mercado de las portátiles ya no gira solo alrededor de potencia. Cada modelo defiende una idea distinta sobre cómo deberíamos jugar. La ROG Xbox Ally X apuesta por fuerza bruta y ergonomía extrema, mientras la Ally con Z1 Extreme mantiene un equilibrio más clásico y accesible. Steam Deck OLED juega en otra liga con su experiencia cerrada y una pantalla espectacular, y la Legion Go 2 se desmarca con su tamaño descomunal y su panel imposible de ignorar.
Ponerlas frente a frente ayuda a entender qué aporta realmente cada una y por qué la elección correcta depende más del jugador que del hardware.
| Especificación | ROG Xbox Ally X | ROG Ally Z1 Extreme | Steam Deck OLED | Lenovo Legion Go 2 |
|---|---|---|---|---|
| Procesador y Gráficos | ||||
| CPU | Ryzen AI Z2 Extreme 8C/16T | Ryzen Z1 Extreme 8C/16T | AMD Custom Zen 2 4C/8T | Ryzen Z2 8C/16T |
| GPU | Radeon 890M · RDNA 3.5 | Radeon 780M · RDNA 3 | RDNA 3 · 8 CUs | Radeon 760M/780M |
| NPU / IA | 50 TOPS | No | No | Sí · menor potencia |
| Memoria y Almacenamiento | ||||
| RAM | 24 GB LPDDR5X | 16 GB LPDDR5 | 16 GB LPDDR5 | 32 GB LPDDR5X |
| SSD | 1 TB NVMe · M.2 2280 | 512 GB · M.2 2242 | 256–1 TB · 2230 | 1 TB NVMe · M.2 2280 |
| Pantalla | ||||
| Panel | 7″ IPS · 1080p · 120 Hz | 7″ IPS · 1080p · 120 Hz | 7.4″ OLED · 90 Hz | 8.8″ IPS · QHD+ · 144 Hz |
| Brillo | 500 nits | 500 nits | 600 nits | 500 nits aprox. |
| Puertos y Conectividad | ||||
| USB | 2× USB-C USB4 / TB4 | 2× USB-C 3.2 | 1× USB-C 3.2 | 2× USB-C · uno USB4 |
| microSD | UHS-II | UHS-I | UHS-I | UHS-II |
| Batería y Dimensiones | ||||
| Batería | 80 Wh | 40–48 Wh | 50 Wh | 80 Wh |
| Peso | 715 g | ~670 g | 640 g | ~854 g |
| Software y Precio | ||||
| Sistema | Windows 11 + Xbox Fullscreen | Windows 11 | SteamOS 3.5 | Windows 11 |
| PVP | 899 € | 699 € | 569–679 € | 799–999 € |
Rendimiento en juegos

La ROG Xbox Ally X demuestra su fuerza cuando empiezas a jugar. En títulos exigentes, la consola mantiene frecuencias estables y un rendimiento superior al modelo con Z1 Extreme. Juegos como Cyberpunk 2077 o Alan Wake 2 funcionan mejor a TDP medios, con menos caídas y más estabilidad gracias a la GPU RDNA 3.5.
En juegos competitivos, la historia mejora. Valorant, Fortnite y Apex Legends aprovechan bien los 120 Hz, incluso reduciendo el TDP para alargar batería. La experiencia se siente más fluida y constante que en la primera ROG Ally. El frame pacing es más limpio y los microstutters aparecen con menos frecuencia.
La consola también rinde bien en juegos de mundo abierto. Forza Horizon, Elden Ring o GTA V mantienen buenas tasas con ajustes equilibrados. La memoria de 24 GB ayuda en zonas cargadas, evitando tirones bruscos. Frente a la Steam Deck OLED, la Ally X gana en potencia bruta, aunque pierde en eficiencia. Frente a la Legion Go 2, ofrece mejor estabilidad a resoluciones más razonables.
| Juego | Ajustes | FPS medios | Observaciones |
|---|---|---|---|
| Cyberpunk 2077 | 1080p · Bajo + FSR 3 | 42–55 FPS | Muy estable. Picos suaves. |
| Alan Wake 2 | 1080p · Bajo · FSR 3 | 38–48 FPS | Juego muy pesado. Aún así jugable. |
| Elden Ring | 1080p · Medio | 50–60 FPS | Pacing estable. Sin tirones fuertes. |
| Forza Horizon 5 | 1080p · Alto | 70–85 FPS | Muy fluido. Perfecto para 120 Hz. |
| Hogwarts Legacy | 1080p · Medio · FSR 2 | 45–58 FPS | Zonas cargadas bajan un poco. |
| Fortnite | 1080p · Medio | 80–110 FPS | Ideal para aprovechar 120 Hz. |
| Apex Legends | 1080p · Medio | 75–95 FPS | Muy estable. Tiempos de respuesta buenos. |
| Valorant | 1080p · Alto | 140–180 FPS | Rinde brutal. Fluidez alta. |
| GTA V | 1080p · Muy Alto | 75–95 FPS | Sin picos ni tirones visibles. |
Mejor configuración de TDP para cada tipo de juego
La ROG Xbox Ally X permite ajustar el TDP para equilibrar potencia, calor y batería. Algunos juegos rinden mejor con valores bajos. Otros necesitan más energía para mantener estabilidad. El Z2 Extreme escala muy bien, pero cada categoría responde distinto.
En juegos competitivos, la consola brilla con TDP moderados. Títulos como Fortnite o Valorant funcionan perfectos entre 12 y 18W. Los FPS se mantienen altos y la batería dura mucho más. Es la mejor configuración cuando buscas fluidez sin ruido excesivo.
Los indies apenas necesitan potencia. Con 8 a 12W, juegos como Hades o Hollow Knight vuelan. La consola permanece fría, silenciosa y muy eficiente. Si quieres largas sesiones, este rango es ideal.
Los juegos AA requieren un poco más. Con valores entre 18 y 22W, la experiencia se siente estable. Títulos como Hi-Fi Rush o Lies of P mantienen buenos FPS sin disparar temperaturas. Es el punto medio más equilibrado.
Los AAA exigentes sí necesitan margen. Con 25 a 30W, juegos como Cyberpunk 2077 o Alan Wake 2 funcionan con menos tirones. La consola hace más ruido, pero la experiencia mejora mucho. Es la configuración “premium” para disfrutar todo su potencial.
En juegos mal optimizados, la regla es simple. La máxima estabilidad llega con 30W. Aquí el calor y el ruido suben, pero evitas bajadas bruscas. Esta configuración tiene sentido solo con cargador o sesiones cortas.
Para retro y emulación, la Ally X muestra su mejor cara. Con 5 a 8W, la batería dura muchísimo. La máquina apenas calienta. Emuladores y juegos antiguos funcionan perfectos con muy poca energía.
Conclusiones ROG Xbox Ally X
La ROG Xbox Ally X demuestra que ASUS sabe construir hardware excepcional. La ergonomía es fantástica, la potencia sorprende y la estabilidad del Z2 Extreme supera claramente a la generación anterior. La consola se siente sólida, rápida y muy capaz. Da la sensación de que aquí no falta músculo, ni diseño, ni ambición.
El gran problema aparece cuando el software entra en juego. Xbox Fullscreen promete simplicidad, pero ofrece una capa improvisada sobre Windows. La experiencia salta entre interfaces, rompe la ilusión de consola y complica más de lo necesario acciones básicas. El hardware te impulsa hacia adelante, pero el software te frena. Esa contradicción pesa más de lo esperado.
Aun así, la Ally X es una de las portátiles más potentes del mercado. Sus 24 GB de RAM, su GPU RDNA 3.5 y su batería de 80 Wh marcan una diferencia real. Si buscas fuerza bruta y una ergonomía excelente, esta máquina cumple. Su precio oficial es 899 euros, una cifra alta, pero coherente con su propuesta.

❓ FAQ – Preguntas frecuentes
Sí. Es más potente, más estable y con mejor ergonomía. La RAM y la batería también son superiores.
No. Es una capa sobre Windows. Promete simplicidad, pero ofrece una experiencia irregular.
No. La OLED de Valve es superior. La Ally X destaca más por fluidez y 120 Hz.
Sí, especialmente en TDP bajos y medios. Aun así, los AAA siguen drenando rápido.
Si buscas potencia y ergonomía, sí. Si quieres simplicidad y software pulido, quizá no.
La ROG Xbox Ally X es una portátil brillante atrapada en contradicciones. Su ergonomía es excelente, su potencia destaca y el nuevo hardware marca una diferencia clara frente a la generación anterior. La experiencia en juegos es sólida, fluida y estable, incluso en títulos exigentes. Sin embargo, Xbox Fullscreen empaña el conjunto con una interfaz apresurada que rompe la ilusión de consola y obliga a depender demasiado de Windows. Aun así, la Ally X ofrece una propuesta potente y atractiva para quienes priorizan rendimiento y comodidad. Su precio de 899 euros refleja esa ambición sin concesiones.
Pros
- Ergonomía excelente y muy cómoda
- Potencia alta y estable
- RAM amplia y rápida
- Pantalla fluida a 120 Hz
- Conectividad completa con USB4
Cons
- Software Xbox poco pulido
- Windows rompe la experiencia
- Vibración háptica inconsistente
- Sin funda incluida
- Diseño y construcción
- Pantalla
- Rendimiento
- Autonomía
- Sonido
- Sistema y software
- Experiencia en la nube / Remote Play
- Conectividad y expansión
- Calidad/Precio




















