El auge de la inteligencia artificial no solo está redefiniendo el software, también empieza a alterar los precios del hardware.

Según un informe de Hankyung recogido por SamMobile, Samsung planea subir el precio de sus smartphones. Esto se debe al fuerte incremento en los costes de memoria, un componente esencial tanto para procesadores como para funciones de IA generativa.

La tormenta de silicio ha llegado, y no solo afecta a los servidores.

El precio de la memoria se dispara hasta un 50%

La llegada de herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot ha disparado la demanda de chips de memoria de alto rendimiento. Estos son conocidos como HBM (High Bandwidth Memory).

Estos chips no solo alimentan los centros de datos que ejecutan modelos de IA. También alimentan los dispositivos que los utilizan localmente, como smartphones capaces de ejecutar tareas generativas sin conexión.

El resultado: una escasez global de memoria que ha elevado los precios hasta un 50% en los últimos meses.

Y aunque Samsung es uno de los mayores fabricantes de memoria del mundo, la compañía no es inmune al aumento de los costes. De hecho, según fuentes coreanas, planea repercutir parte de esa subida en el precio de sus productos, incluyendo móviles, tablets y portátiles Galaxy.

Aún no se ha concretado cuánto subirán los precios. Sin embargo, el impacto podría sentirse en la serie Galaxy S26, el Z Fold 7 y el Galaxy S25 FE, entre otros modelos que llegarán en 2025.

El contexto no pinta mejor. La consultora TrendForce prevé que la tensión en el mercado de memorias se mantenga hasta 2027 o incluso 2028. Esto está impulsado por la demanda de chips HBM y LPDDR para IA.

No solo Samsung: el efecto dominó de la IA

Samsung no está sola en esta situación. Xiaomi ya ha aumentado un 7,5% el precio de su Redmi K90. Otros fabricantes como Oppo o Vivo estudian ajustes similares para sus gamas altas.

El problema es estructural. El sector tecnológico está experimentando una reconfiguración de prioridades, donde las memorias para servidores de IA acaparan la producción. Esto deja menos margen para los dispositivos de consumo.

Por si fuera poco, los smartphones modernos necesitan más RAM que nunca. Esto es necesario para gestionar funciones de IA locales, como resúmenes contextuales, traducción instantánea o edición de fotos con algoritmos generativos.

En consecuencia, los fabricantes deben incorporar chips más avanzados —y más caros— para mantener el rendimiento que el usuario espera.

A medio plazo, la pregunta no es si subirán los precios, sino cuánto y por cuánto tiempo.

Y mientras tanto, los consumidores que planeaban renovar móvil en los próximos meses podrían considerarlo ahora. Especialmente antes de que el efecto memoria se traduzca en euros adicionales en la factura final.

Puedes seguir a HardwarePremium en FacebookTwitter (X)InstagramThreads, BlueSky o Youtube. También puedes consultar nuestro canal de Telegram para estar al día con las últimas noticias de tecnología.