El tablero de la inteligencia artificial vuelve a moverse, y esta vez el golpe viene desde dentro del propio Silicon Valley.
Meta ha fichado al jefe de IA de Apple, un movimiento que no solo deja a Cupertino sin uno de sus cerebros clave, sino que amenaza con frenar el proyecto más ambicioso de Siri: convertirla en un asistente capaz de buscar, razonar y responder con inteligencia contextual al estilo ChatGPT.
Meta roba talento en el corazón del proyecto más ambicioso de Siri
Según confirmó Mark Gurman (Bloomberg), Ke Yang, hasta ahora responsable del equipo Answers, Knowledge and Information (AKI) de Apple, abandona la compañía apenas semanas después de su promoción.
Su equipo era el encargado de dar a Siri acceso directo a la web mediante modelos de lenguaje, un paso clave para competir con ChatGPT, Gemini y Copilot.
En palabras simples: Yang era quien iba a enseñar a Siri a pensar.
El objetivo del AKI era integrar búsqueda web, contexto personal y acciones en apps mediante un sistema de IA capaz de interpretar comandos complejos —como “reserva un vuelo barato a Berlín y mándame la confirmación por correo”— sin depender del usuario para cada paso.
Su fichaje por Meta supone un golpe directo a la línea de flotación de Apple Intelligence, la nueva plataforma que la empresa presentó en junio para incorporar modelos generativos propios y de terceros en iPhone, iPad y Mac.
Meta, mientras tanto, refuerza sus equipos de investigación en IA para potenciar sus asistentes dentro de Instagram, WhatsApp y los futuros visores Quest.
Apple se recompone: privacidad, nube privada y alianzas con OpenAI
Aunque la salida de Yang deja un vacío notable, Apple no está quieta.
En los últimos meses ha desplegado una estrategia agresiva para ponerse al día en IA, que incluye:
- Asociación con OpenAI para integrar ChatGPT dentro de Apple Intelligence.
- Adquisición de startups como TrueMeeting y WhyLabs para reforzar el entrenamiento de modelos.
- Desarrollo de su propio modelo de 3.000 millones de parámetros para tareas locales y un LLM en la nube privada, pensado para proteger los datos del usuario mediante cifrado y ejecución “sin estado”.
Además, Apple prepara una función que permitirá elegir qué modelo usar desde Siri —por ejemplo, pedirle que use ChatGPT o Gemini según la tarea—, abriendo la puerta a un ecosistema híbrido donde la IA deja de ser exclusiva y se vuelve interoperable.
El problema, claro, es el ritmo: mientras Apple refina su privacidad, Meta avanza sin freno hacia la IA social y multimodal, un terreno donde cada semana cuenta.
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