El nuevo Samsung Galaxy S25 Edge ha dejado a todos boquiabiertos. A pesar de su diseño ultradelgado, este smartphone ha demostrado una resistencia estructural sobresaliente, desmintiendo los temores sobre su fragilidad y posicionándose como una opción sólida y premium.
Diseño ligero, materiales de alto nivel
Samsung ha optado por un enfoque audaz con el S25 Edge: combinar ligereza y elegancia sin sacrificar durabilidad. El marco está hecho de titanio, un material más resistente que el aluminio usado en muchos modelos rivales. En cuanto a protección, este dispositivo incluye Gorilla Glass Ceramic 2 en el frontal y Victus 2 en la parte trasera, ambos conocidos por su resistencia ante caídas y arañazos.
La certificación IP68 garantiza que el terminal resiste el polvo y la inmersión en agua. Incluso ante cortes con cuchilla, el chasis apenas mostró daños, destacando su resistencia para un uso diario exigente.
Resultados de pruebas extremas
El Galaxy S25 Edge fue sometido a la conocida prueba de flexión del canal JerryRigEverything y superó las expectativas: ni se dobló ni se rompió. Además, en pruebas de calor, su pantalla Dynamic AMOLED 2X soportó 30 segundos de llama directa sin quemarse.
En cuanto al módulo de cámaras, ni la presión física ni las herramientas afiladas lograron desprenderlo, demostrando una construcción sólida y bien ensamblada.
El Galaxy S25 Edge ya está disponible en distribuidores oficiales y tiendas online a un precio de 1.379 €. Está disponible en varios colores premium. Si antes te frenaba su delgadez, ahora puedes estar tranquilo: este modelo combina elegancia, potencia y durabilidad como pocos.
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