El presidente Donald Trump ha anunciado que todos los smartphones Android fabricados fuera de EE.UU. estarán sujetos a un arancel del 25%. Esta tasa igualará la ya impuesta a los iPhones producidos en el extranjero. La medida, que entraría en vigor a finales de junio si se mantiene sin cambios, afectará directamente a fabricantes como Samsung, Motorola, OnePlus o Google, entre otros.
El anuncio fue realizado en una rueda de prensa y luego amplificado en redes sociales. Este anuncio forma parte de una estrategia más amplia para incentivar la fabricación local y reducir la dependencia tecnológica del extranjero. Sin embargo, muchos analistas advierten que esta decisión podría encarecer notablemente los dispositivos móviles para los consumidores estadounidenses.
Qué implica este nuevo arancel para la industria
Con este movimiento, todos los fabricantes de móviles —sin importar si son estadounidenses o extranjeros— se verán afectados si no ensamblan sus terminales dentro del país. Trump ha sido claro: “No solo es Apple, también será Samsung y cualquier otro”.
Esto genera múltiples desafíos:
- Costes de producción más altos, difíciles de asumir sin trasladar el impacto al consumidor.
- Reestructuración logística y operativa si los fabricantes quieren evitar el arancel trasladando sus líneas de ensamblaje a EE.UU.
- Posible aumento de precios justo antes del lanzamiento de nuevos modelos en la segunda mitad del año.
Algunas marcas ya habían empezado a trasladar su producción fuera de China para esquivar otros aranceles anteriores. Sin embargo, llevar toda la fabricación a EE.UU. es mucho más complejo y costoso.
La medida aún podría modificarse antes de implementarse, pero de momento, recomendamos adelantar la compra de móviles si se planea renovar próximamente.
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